El fiscal de Cámara Néstor Lucero había pedido el viernes que a Lucas Fredy Maurino lo condenaran a trece años de prisión por haber asesinado a su primo, Denis Elián Fernández, en una pelea por la muerte de un perro. Ayer, el tribunal le dio nueve años de cárcel. Los padres de la víctima se quedaron con la sensación de que ninguna condena será suficiente.
"No fue en defensa propia, lo mató como a un perro, contra la pared. No le dio tiempo a nada"
Al mediodía, cuando el secretario de la Cámara del Crimen Nº 1 de Villa Mercedes terminó de leer el veredicto, Norma y José Eduardo Fernández, los padres de Elián, se abrazaron y ella lloró sin consuelo.
“No sé cómo seguir. Toda una familia se destruyó. Ahora tenemos que salir adelante por el nene de cuatro años que dejó", dijo la mamá de Elián, en alusión a su nieto, hijo del joven de 22 años asesinado la madrugada del domingo 3 de marzo del año pasado.
“Me tengo que conformar. Yo esperaba más, once años, por lo menos”, afirmó el padre de la víctima.
Para los padres de Elián, la reacción homicida de su sobrino Lucas fue desmedida e injustificada. La disputa ni siquiera era con él. “Todo vino de arriba, porque entre los primos nunca hubo problemas. Para mí que este chico estaba drogado”, expresó José.
“Ellos (los primos) nunca tuvieron problemas. El problema por el perro lo tenía (Elián) con otro atorrante”, explicó Norma.
Se refiere a Matías “Corcho” Toledo, un amigo de Maurino. Aquella madrugada del 3 de marzo de 2013 Elián estaba con su hermano Flavio y dos amigos en plaza San Martín, tomando cerveza, cuando pasaron su primo y Toledo en sus autos, con sus novias.
También ellos pararon a comprar cerveza.
Pese a lo que afirman los padres de Elián, el año pasado, apenas ocurrió el crimen, el inspector Daniel Plenazzio de la Policía aseguró que “los primos no se llevaban bien y siempre tuvieron problemas”.
Por el cachorro
Pero esa noche Fernández no encaró a Lucas, sino a “Corcho”. Tres meses antes, al salir de lo de su novia –cerca de la casa de la familia Fernández–, Toledo había matado con el auto al cachorro dogo argentino de Elián.
Maurino se metió en la pelea. Andaba armado con un cuchillo y sabía usarlo: era empleado de un matadero.
El viernes pasado, ante los jueces Susana Bravo, Clotilde Montoya de Zucco y Humberto Agúndez, el homicida dijo que sacó el cuchillo para asustar a su primo, para que no le pegara más.
Norma de Fernández rechazó la versión del homicida: “Lo quería hacer pasar como que fue en defensa propia, pero no. Mi hijo se confió, como no tenía problemas con él, se confió. Lucas lo mató como a un perro, lo traicionó. Elián no tenía nada en la mano para defenderse”.
José recordó que su hijo sufrió “tres cortes, dos en el pecho y otro debajo de la axila, ese corte lo mató".
Aunque calificó al hecho como homicidio simple, la Cámara del Crimen entendió que la forma en que Lucas atacó a Elián “fue una circunstancia agravante” del asesinato, explicó ayer el abogado de la familia Fernández, Roberto Mones Ruiz.
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