La gestión de la ex intendenta de El Trapiche, Gabriela Ciccarone, hace días que está en el ojo de la tormenta. Su nombre comenzó a resonar por los medios cuando El Diario puso en evidencia que en esa localidad no le realizaban el tratamiento correspondiente a los residuos cloacales, a través de un informe especial que publicó el domingo 27 de abril. Previo a eso, Alberto Rodríguez Saá en su programa radial Planeta Xilium, le cuestionó la falta de transparencia en el manejo de fondos públicos, la inseguridad en la localidad, falencias en el alumbrado, el agua potable, la construcción de viviendas, y descuido de caminos.
Un equipo de periodistas de este matutino constató que el predio donde funcionó la primera Planta de Tratamiento y Disposición General de residuos cloacales de El Trapiche, hoy está abandonado. Todavía persisten las excavaciones que alguna vez sirvieron de piletas de oxidación y las cámaras donde se instalaron los 18 motores de los aireadores que todavía no se sabe dónde están, a pesar de que el ex intendente Víctor Hugo Hissa informó que los inventarió y guardó en la Municipalidad en 2008. Fue en ese año cuando se firmó un convenio con la jefa comunal de La Florida para conectarse a la Planta Nº 13 de esa localidad, a condición de que el Municipio de El Trapiche se hiciera cargo del mantenimiento de toda la red.
El líquido cloacal que expulsan las viviendas de Río Grande y El Trapiche recorre 27 kilómetros por las rutas provinciales 9 y 39 antes de llegar a la Planta Nº 13 donde está previsto que se produzca su tratamiento. El informe publicado hace dos semanas reflejó que el proceso allí está detenido. Si bien las cuatro lagunas de oxidación alojan el agua servida y los sólidos, los cuatro aireadores no demuelen los residuos y no generan la oxigenación necesaria para ventilar los gases que allí se acumulan.
Además, los líquidos cloacales llegan a cuatro piletas para su tratamiento final y sólo transitan el recorrido por dos de los piletones como un mero trámite, para luego terminar en el cauce del río, pero como elemento contaminante.
El Ejecutivo constató el vertido ilegal de aguas servidas al dique La Florida, que también abastece a las plantas potabilizadoras de San Luis, La Punta y Juana Koslay durante una inspección nocturna el 12 de diciembre del año pasado, según explicó la investigación. Ese día le entregaron una nota al Municipio de El Trapiche con las actas de inspección Nº 3493, 3896 y 3497 y le solicitaron “que en un plazo de treinta días presente un plan de mejoras, mantenimiento y refuncionalización del sistema cloacal, más un plan de emergencia ante las fallas, con el fin de evitar derrames”. Y convocaron a una reunión a la intendente comisionada, Gabriela Ciccarone; en la que Daiana Hissa, ministra de Medio Ambiente; y el ministro de Gobierno, Eduardo D’Onofrio; le solicitaron el cese inmediato de la acción contaminante y que tomara medidas precautorias en caso de roturas de las bombas.
En una nota publicada el pasado 28 de abril en El Diario se dejó sentado que ni el acta ni el pedido verbal lograron cambiar la actitud del comisionado municipal. "Nuevas inspecciones realizadas entre enero y marzo volvieron a constatar el escaso o nulo mantenimiento del sistema cloacal de la localidad, llaves oxidadas o anuladas, tapas de cámaras rotas o ausentes, puertas de cerramiento perimetral sin candado, pastos altos y malezas tapando las instalaciones", decía la nota.


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