Para los vecinos de la Miguel B. Pastor, entre Brasil y Bolivia, los grandes camiones que pasan pisan fuerte. Tanto que el pavimento ya guarda el recuerdo del pesado tránsito con el hundimiento de esa cuadra.
"Los técnicos revisarán la arteria y veremos si hay que reforzar", dijo Horacio Carena.
Las roturas empiezan a notarse en la esquina de Miguel B. Pastor y Brasil. Allí, en la unión central del cemento, pueden verse inmersos diferentes tramos del hormigón. A medida que la numeración de la calle aumenta, el problema se acrecienta y se notan primero pequeñas grietas y, luego, groseras fisuras.
Antes de llegar al cruce con Bolivia, se ve el primero de los dos baches. El otro está justo en esa intersección.
"Hace como medio año que está así. Calculamos que el problema es que el asfalto no puede soportar el peso de la gran cantidad de camiones que andan por acá", contó Patricia Torres, una vecina del barrio San José.
La razón por la que esa parte de la arteria es tan frecuentada por rodados de gran porte, es que allí tiene sus instalaciones la empresa Quickfood. "Pasan dos o tres camiones al día. Todos con acoplados, los que traen el ganado y los que llevan la mercadería", dijo.
Para el secretario de Obras Públicas, Horacio Carena, el inconveniente no está en la firma frigorífica. "Es una fuente importante de trabajo, incluso, para muchos vecinos de ese barrio. Por lo que el tránsito de vehículos pesados por ahí es inevitable", recalcó.
El funcionario, además, dijo estar al tanto del estado de la calle en esa parte. Prometió que pronto los técnicos del programa Pavimento la inspeccionarán y buscarán darle una solución. "Verificarán si hay alguna cañería rota y, si es necesario, reforzaremos esa área", adelantó.
El ingeniero subrayó que la calle es transitable, más allá de que algunos vecinos miran con recelo esa cuadra de la Miguel B, Pastor, por miedo a un derrumbe mucho más grave, y se cuidan de no circular por los baches del medio.
Tránsito urbano y pesado
Carena recordó que existen dos tipos de pavimento, según la clase de rodado que pase por él. "El cemento para tránsito urbano tiene unos quince centímetros de espesor, mientras que para los vehículos de gran porte el hormigón debe tener entre dieciocho y veinte centímetros", diferenció.
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