11°SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

11°SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

EN VIVO

Se entregó otro menor por el asesinato de Angélica Araneda

Por redacción
| 07 de junio de 2014

Un adolescente de 16 años, vecino del barrio Eva Perón, llegó hoy a tribunales acompañado por dos abogados. Aunque en la audiencia de indagatoria que le dio la jueza Penal Nº 3, Virginia Palacios, no admitió nada porque se abstuvo de declarar, se sabe porqué se entregó: es el tercer implicado en el homicidio de Angélica Araneda, la vecina del barrio Ignacio Vidal asesinada durante un asalto, la mañana del martes 27 de mayo.

 


Anoche, sus defensores, Hugo Scarso y Esteban Sala, presentaron a la juez un escrito en el que pusieron a disposición al menor. Dijeron que había decidido ponerse a disposición de la Justicia porque “se siente sospechado”.

 


El adolescente habrá sentido el asedio policial. Se sabe que oficiales de la división Homicidios rondaban su casa y vigilaban sus movimientos desde el día del crimen.

 


Porque apenas unas horas después del asesinato, las brigadas de calle de Homicidios, la Comisaría 4ª, la división Delitos y el departamento Informaciones recopilaron versiones que tenían el valor de que eran coincidentes. En todas figuraban casi los mismos nombres, y uno de ellos era el del menor que se entregó hoy, admitió el jefe de los investigadores, comisario inspector Walter Contreras.

 


Incluso la esposa del primer detenido por el caso, Andrés “el Bibi” Rojas, lo había nombrado ante la prensa y ante la juez, después de encadenarse frente a los tribunales para protestar por el arresto de su marido. “No sé por qué lo detienen al ‘Bibi’, si la Policía ya sabe quiénes fueron”, protestó Deolinda Yanina Medina en una entrevista con El Diario de la República, el 30 de mayo, el día que Rojas fue indagado.

 


Ya estaban señalados

 


En esa nota periodística, Medina nombró como involucrados al chico puesto a disposición de la Justicia esta mañana, que es vecino y primo suyo, al menor que se entregó el jueves pasado y a Cristian “el Mono” Allende, el joven de 28 años que sigue prófugo.

 


Cuando decidió iniciar la causa contra el menor, entre sus fundamentos la juez enumeró la declaración testimonial que dio la esposa de Rojas en el juzgado y la indagatoria de “el Bibi”.

 


Rojas sigue detenido, pero su defensor ya logró demostrar lo que el sospechoso dijo durante su indagatoria: a las nueve de la mañana del martes 27, cuando los tres delincuentes irrumpieron en la casa de Araneda y la mataron, él estaba con su esposa comprando el cotillón para el primer cumpleaños del menor de sus cinco hijos.

 


El abogado presentó las filmaciones de una cámara de Seguridad Pública instalada en la esquina de la avenida España y Rivadavia, por donde pasó el Ford Ka gris de Rojas rumbo al negocio “Todo Resuelto”, ubicado una cuadra al sur, en Rivadavia y Tomás Jofré. Y el registro de las cámaras del comercio, que lo muestran a “el Bibi” comprando con su mujer.

 


Lo primero que vinculó a Rojas con el caso fue una versión que recogió un policía de Homicidios en el barrio Eva Perón. Según ese testimonio, el martes, poco después del asalto, “el Bibi” había ido al taller de un hombre de apellido Arancibia a hacer arreglar el embrague del Ka, acompañado por “el Mono” Allende.

 


Rojas admite que llevó el auto a Arancibia, apodado “el Jetón”, pero niega que haya ido con el ahora prófugo Allende.

 


Las sospechas contra el único mayor de los tres detenidos se reforzaron cuando la división Homicidios allanó su casa, el miércoles 28 a la siesta, y sacó de una bolsa de basura el documento de identidad de Andrés Gónzalez, esposo de Araneda, robado durante el asalto.

 


Rojas y su esposa dijeron que el DNI llegó allí porque se los “plantó” alguien, los policías que hacían el procedimiento o dos vecinos enemistados con él, de los cuales dio los nombres. Uno de ellos es el primer menor que se entregó.

 


No obstante, ese chico dijo que decidió presentarse a la Justicia porque le parecía injusto que hubieran detenido a Rojas, que no había tenido nada que ver en el asalto.

 


Cuando le mostraron los identikits de los tres asaltantes, realizados a partir del testimonio de la hija de la mujer asesinada, el adolescente señaló, sin titubeos: “Sí, éste es ‘el Mono’, éste es el otro (el chico que se entregó hoy) y éste soy yo”.

 


LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo