11°SAN LUIS - Miércoles 01 de Mayo de 2024

11°SAN LUIS - Miércoles 01 de Mayo de 2024

EN VIVO

Minuto a minuto, con el corazón en la mano

Por redacción
| 14 de julio de 2014
El arquero Neuer sostiene la Copa de campeón Mundial.

¿Qué más importante puede haber en el planeta fútbol que una final del Mundial? ¡Y de yapa, el seleccionado de tu país en ese partido decisivo!
El Diario de la República latió a la par de usted, amigo lector, que nos acompañó en esta maravillosa copa.
Fuimos privilegiados en cada una de estas jornadas, mucho más ayer, entre los 74.738 espectadores que asistimos al Maracaná.
Sale Argentina vestido de azul, porque Alemania figura como equipo A y elige pilcha. Ellos van de blanco, entonces nosotros no podemos usar la blanquiceleste.
Los himnos enaltecen el patriotismo. La emoción, aunque al nuestro se lo tararee y no se entonen estrofas, pone la piel por separado del cuerpo. Son segundos memorables.
Empieza el juego y se suceden tres imprecisiones de Alemania en apenas dos minutos.
El cuarenta por ciento del estadio es argentino. El otro sesenta es anti-argentino, entre los alemanes, que representarán un veinte por ciento, y los brasileños, el restante cuarenta.
Khedira, que se anunciaba titular, finalmente está en el banco de relevos y el que juega es Kramer (el 23).
Antes de los 4 minutos Lavezzi guapea, Higuaín le da de derecha, cruzado y afuera.
A los 5’ contesta Muller, por derecha, rebote y ataja Romero.
Y Messi saca ventajas a los 8’, por derecha, pero no hay nadie para recibir la ofrenda.
El juego es intenso. En el ambiente se nota el drama que representan cuatro años en noventa minutos.
Zabaleta, Biglia y Lavezzi se animan y Argentina está mejor parada, para sostener y para atacar en ráfagas, y en bloque.
Alemania se para en campo criollo. Toca, merodea pero no pincha.
A los 20 minutos me paro, nos paramos… se paralizan los alemanes con un cabezazo hacia atrás de Kroos, que habilita a Higuaín. El “Pipa” está solo en el medio de la soledad, mira por encima de sus hombros y no hay nadie, entonces corre, apunta, dispara… y afuera.
Higuaín se toma revancha a los 30’. Convierte pero está off side. Igual lo grita y lo gritamos todos los argentinos. ¡Qué bronca!
Es una final y hay aspereza. Garay se lo lleva puesto a Kramer, con el hombro sobre el rostro, y la consecuencia es el posterior cambio, a los 31’. Adentro Schuerrle, atacante.
A los 35’ encara Lavezzi, la sigue Messi y la pelota va al tiro de esquina. Higuaín esperaba solo.
Un minuto después salva Romero, pero era off side de Ozil, que obstruía la visión del misionero.
Alemania se impacienta. No puede entrarle al equipo de Sabella que tejió una telaraña con Mascherano-Biglia-Pérez, más Lavezzi jugando como un señuelo.
A los 40’ Messi se va por derecha, saca ventajas, pero llega al límite de la línea de fondo apareado por la marca y cerrado por el arquero.
Alemania termina mejor. A los 43’ Schurrle remata y tapa “Chiquito”. Un minutos más tarde, Muller va por calle derecha y centra para Klose, pero el goleador histórico de los mundiales (16 en 23 partidos) perdió el primer micro y llega tarde al área chica. 
Y a los 46’ un  cabezazo del 4 (Hoewedes) da en el palo izquierdo y en la continuidad hay fuera de juego. Igual la jugada no terminaba en gol.
Alemania es una maquinita. No juega tiki-tiki, pero nunca baja el ritmo, es intenso y hasta atrevido. Argentina está bien parada, maneja los tiempos, le da espacios y luego lo engaña quitándoselos, para salir rápido de frente a Neuer.
En el inicio de la última parte entra Agüero (delantero más directo) por Lavezzi, de muy buena primera mitad. Argentina sabe que tiene menos nafta, por el alargue ante Holanda, mientras que Alemania jugó solamente treinta minutos ante Brasil. Y sale a ganar en los noventa minutos.
Los de Sabella presionan y ponen a los europeos entre las cuerdas. Messi remata cruzado, tras pase de Higuaín, y la pelota se pierde besando el parante izquierdo.
A los 11’ el italiano Rizzoli cobra falta de “Pipa” al arquero, en un cruce de pelota dividida dentro del área en la cual es el “1” quien va feo, con la rodilla arriba, a tal punto que Higuaín queda sentido. No fue penal pero al menos era indirecto dentro del área, por jugada peligrosa. Claro, eso no se cobra más.
A los 14’ bien Romero, tras suave cabezazo de Klose. Después (25’) Schurrle se lleva la pelota por delante dentro del área.
Da la impresión que ese inicio voraz de Argentina fue un espejismo.
Aparece Messi, a los 29’, arrastra marcas y muñecos de derecha a izquierda, y remata ancho. Los hinchas compatriotas sienten que le podemos dar el golpe.
Faltan quince minutos. Entra Palacio por Higuaín.
A los 33’ Messi arma una acción individual y casi pasa de cara al gol.
Kross remata afuera (36) y dos minutos después un hincha invade la cancha (la tele no muestra esas cosas, por que dan una mala imagen) y saltan dos agentes de seguridad que lo detienen.
Messi está mejor. Participa y siente que tiene un socio cuando ingresa Gago, a los 41’, por el laborioso Enzo Pérez.
A los 43’ ingresa el verdugo Goetze, por el criminal Klose.
Y nos vamos al suplementario. Cuarenta segundos y se lo pierde Schurrle, tapa Romero y sale la contra rápida. Agüero (no está bien físicamente) no puede capitalizar.
A los 2’ Agüero por izquierda remata cruzado, pero Messi viene muy atrás. “Estamos bien, estamos bien”… eso se escucha en las declaraciones del silencio periodístico.
Rodrigo Palacio tiene el gol del título. Van 7 minutos, centro-pase de Rojo, desde la izquierda… a Palacio la pelota le queda picando, el arquero lo atora, y el 18 (nunca más me voy a olvidar que usó ese número, lo tengo en las retinas -nos dejó a todos con la sangre en el ojo-)… les decía que el 18… define por arriba. Pero le corrieron el arco y Argentina se pierde ser campeón.
Emociona el aliento albiceleste, que tararea el Himno.
Faltan quince y a los penales. Argentina juega agazapado. La gente otra vez con el Himno. Los alemanes también cantan con apoyo de los torcedores del 7-1 abajo.
Los de Sabella están bien, pero los de Low no aflojan y están más enteros. Y a los 7’ 30” Goetze recibe una pelota filtrada, a espaldas de Demichelis, y define cruzado, a la izquierda de Romero, que nada puede hacer.
Se acabó. Alemania festeja. Entran los fotógrafos y le dan la espalda a nuestros jugadores. Es que la historia está del otro lado, con los de camiseta blanca sonriendo.
Messi es elegido el Mejor Jugador de la Copa. Se nota que va a buscar el premio por pura formalidad. Debe querer que se lo trague el Cristo Redentor.
La copa en manos de otros. Argentinos y argentinas llorando y a la vez aplaudiendo.
Argentina tuvo las chances más claras de cara al gol… Alemania administró mejor la pelota y espacios… Alemania marcó en nuestro arco… las finales no se juegan, se ganan. Punto. Pasemos a otro análisis.

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo