El misterio de las 76 medias reses continúa, desmintieron que hayan aparecido

“Yo nunca le compré a ese señor, es más, ni conocía el frigorífico. Yo no sé por qué la Municipalidad dijo que yo tenía algo que ver. Vino Bromatología, y les entregué todos los documentos de la carne, no encontraron nada fuera de lo normal”, explicó Martín Dassetto, dueño de la carnicería “Granja Don Roberto”, a El Diario de la República. Su comercio había sido señalado por la Intendencia como uno de los compradores de las polémicas 76 medias reses, junto con otras dos carnicerías de la ciudad. Los dueños de los tres locales asistieron a audiencias con el juez de Faltas municipal, Alejandro Ferrari, en donde presentaron la documentación necesaria para comprobar que la carne adquirida no pertenecía a la desaparecida el jueves 14, tal como había adelantado el magistrado a este matutino.

Las tres carnicerías señaladas por el Municipio, al final no habían adquirido la carne.

“Vinieron a las audiencias y de la carne hallada en los tres locales, ninguna corresponde a las 76 medias reses en discusión. Los dueños presentaron los papeles y no coincidían con esa mercadería. En uno de los negocios se había intervenido una mitad de media res que, si bien pertenecía al Frigorífico 'San Agustín', había sido adquirida los días posteriores y pertenecía a otro lote de mercadería”, dijo Ferrari. “Presenté mi documentación y demostré que yo nunca había comprado en ese frigorífico, es más, ni sabía que existía. Empecé con el frigorífico de Moldes, después con el 'San Javier' en Mendoza, y ahora trabajo con 'Cardinali'. Yo compro en el campo y ellos me hacen la faena”, contó Dassetto, quien dijo que iniciará acciones legales al Municipio por incluirlo en el conflicto cuando, según asegura, él no tuvo nada que ver. “Me perjudicaron muchísimo, la gente viene y me pregunta por este tema; esto les quita confianza a los clientes”, se lamentó.

El jueves 14, Bromatología retuvo dos camiones del frigorífico proveniente de Concarán porque tenían 76 medias reses, para vender en la ciudad, a las que les faltaba "documentación indispensable para su comercialización" (rotulación, fecha de faena, frigorífico o razón social). El juez de Faltas libró un oficio para que la carne sea refrigerada hasta que se disponga su destino definitivo, es decir, si serían o no decomisadas. Al no tener noticias por más de cinco días, Ferrari envió a inspeccionar la cámara frigorífica "Yire" donde estaba la mercadería, propiedad de Luis Sosa, y constataron que había desaparecido. La versión del Municipio sobre su paradero fue, en principio, que habían sido robadas, y luego dijeron que Sosa había vendido parte en tres carnicerías de la ciudad: una del barrio Eva Perón, otra ubicada en la calle Justo Daract y la última en la avenida España, propiedad de Dassetto. “Ayer al mediodía (por el jueves) me llegaron  unas ocho actas fechadas entre el 21 y el 23, sobre otras carnicerías que también inspeccionaron. No la pueden elevar al Juzgado de Faltas tantos días después, esto refleja el trabajo irresponsable que hacen”, indicó Ferrari, y explicó que para el lunes llamará a audiencias a los dueños de estos nuevos locales. “De las ocho actas, hay tres que están mal hechas porque les faltan los domicilios. No sólo entorpecen el procedimiento, sino que también nos dilatan en el tiempo”, dijo, y cuestionó nuevamente el accionar de Bromatología, área a la que calificó como "totalmente responsable de esta irregularidad".

El conflicto hizo que se inhabilitara al frigorífico de Concarán para vender su mercadería en la ciudad; que se clausurara la cámara de Sosa y que el juez solicitara al Intendente que se intervenga el área de Bromatología. Ferrari aclaró que la restricción de comercializar carne en la ciudad a "San Agustín" la levantó este martes. “Fue por una cuestión social, porque hasta los trabajadores del frigorífico me llamaron preocupados por su fuente de trabajo. Sin desligar de ninguna de las responsabilidades, le levanté la medida”, indicó. En cambio, comentó que la cámara frigorífica continúa clausurada.