La flamante ministra de Seguridad, Beatriz Alaggia, se encontró con una sorpresa grande cuando asumió su cargo: en las cocheras de la dependencia encargada de cuidar a todos los puntanos había tres autos blindados. Incluso se comenta en el edificio Terrazas del Portezuelo que uno de ellos era de uso exclusivo del ex ministro y hoy intendente de La Punta, Martín Olivero.
La compra de los vehículos, realizada durante la gestión de Claudio Poggi, contradice la histórica política que llevaron adelante Adolfo y Alberto Rodríguez Saá de no tener parque automotor estatal, para evitar "tentaciones" que lleven a actos de corrupción.
La mayoría siempre se manejó con coches propios y los cuidaban, acción que no ocurría cuando usaban los del Estado, con todo lo que implica y que muchas veces terminaban "para uso particular" incluso durmiendo en las cocheras de los funcionarios.
Cuentan que otro que le hizo un gasto desmedido al Estado, fue un ministro saliente que vive en el sur provincial, y que todos los lunes a la mañana se hacía ir a buscar a su domicilio, a más de 300 kilómetros de su despacho, con una camioneta oficial, mientras su cartera adolecía de falta de vehículos para salir a trabajar al campo.
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