El hombre que apareció muerto en el Dique Chico tenía solicitud de paradero

El de ayer no fue un día normal para Manuel Bustos. Mientras realizaba su trabajo habitual, el operario de la empresa San Luis Agua encontró un cadáver en el banco de lodo que se forma en el fondo del Dique Chico, ubicado sobre el cauce del Río San Luis, en la capital puntana. Horas más tarde, la Policía identificó a la víctima como Mauricio Ceferino Calixto, de 45 años. El médico forense que revisó el cuerpo en el lugar del hallazgo aseguró que no hay signos externos de violencia y que probablemente el hombre se ahogó. No obstante, van a realizarle una autopsia para determinar la causa efectiva de muerte.
Bustos, que trabaja en el mantenimiento de diques hace 37 años, llegó a su puesto cerca de las 6:30 de la mañana, “como siempre”. “Generalmente somos 4 personas acá, pero hoy habíamos sólo 2 porque mis otros compañeros estaban en un recorrido por el Parque Industrial”, contó. “Abrimos la compuerta del dique a las 8 para vaciarlo. Tipo 11:30 u 11:45, cuando el nivel del agua ya había bajado por completo, me asomé por el murallón y lo vi”, detalló.
En la margen norte del río, boca abajo y semihundido en el sedimento de barro había un cadáver. “No pude verle la cara por la posición. No estaba hinchado y tampoco tieso, porque cuando lo sacaron se le movían bien las piernas”, dijo Bustos. “Lo primero que hice fue llamar a mi jefe  y ellos de la oficina llamaron al 911. La Policía demoró 10 minutos en llegar”, aseguró.
En poco tiempo, efectivos de la Comisaría 3ª, de las divisiones Delitos y Canes, y Bomberos del Cuartel V de Terrazas de Portezuelo coparon la escena del hallazgo, límite natural entre el final del barrio Tibiletti y el comienzo del predio de la nueva casa de Gobierno.
Con cuidado, un rescatista se adentró en el lodo y le ató una soga al cadáver a la altura del pecho. A las 14:45, tras varios intentos, seis efectivos lograron sacar a la víctima hacia una zona de juncos junto al curso de agua, aunque hubo que esperar una hora, hasta las 15:50, para que el médico forense lo revisara.
“Aparentemente se ha ahogado. Externamente no hay nada, no encontramos lesiones. Lo hemos lavado y revisado perfectamente bien, pero vamos a pedir una necropsia a los médicos forenses para determinar la causa efectiva de muerte”, informó el médico policial Alfredo Samper Battini. 
El cadáver hallado tenía toda la ropa puesta. Una bermuda aparentemente de jean, zapatillas, remera y buzo. “Por ahora es un NN. No tenía encima ningún documento ni nada que lo identifique. Hicimos un rastrillaje en la zona y no encontrarnos ninguna pertenencia al lado del dique”, comentó cerca de las 16 el jefe de la Comisaría 3ª, comisario Domingo Alberto Muñoz.
“Vinieron efectivos de las oficinas judiciales de tres comisarías que tienen denuncias por averiguación de paradero, gente perdida digamos, pero por las características no era ninguno”, dijo el policía. Pero no pasó mucho tiempo hasta que los investigadores de la Comisaría 7ª, en la zona este de la capital, notaran que había una cuarta persona buscada. 
“La hermana de esta persona radicó una denuncia ayer (por el martes), cerca de las 15, aunque su familiar había desaparecido el lunes”, relató el jefe de la Comisaría 7ª, comisario Juan Carlos Leyes. “Al parecer, Calixto tenía problemas de orientación y ya se había perdido en otras ocasiones. Su familia radicó una denuncia por paradero el 27 de enero de este año, pero el hombre apareció dos días después”, agregó la fuente.
Pasadas las 17:30, el cuerpo de Calixto fue reconocido por sus allegados en la Morgue Judicial.
“De momento la causa está caratulada como ‘Averiguación de muerte’, aunque habrá que esperar los resultados de la necropsia para ver si la situación cambia”, indicó el comisario Muñoz, que igual que el médico forense, aclaró que “externamente no hay nada que nos indique que haya sufrido alguna agresión”.
La Policía también deberá tratar de determinar dónde murió el hombre. “Con la compuerta cerrada no hay succión. Puede  ser que el hombre haya estado río arriba, un tramo al menos, y que cuando abrimos las compuertas hubo un arrastre que lo trajo hasta donde lo encontramos”, estimó Bustos. “No se veía nada flotando, para mí estaba abajo”, agregó.​