Tránsito: cada día hay más demoras y embotellamientos en la Ciudad

Manejar por las calles de San Luis requiere cada vez de más paciencia. Los conductores deben salir antes de sus casas porque el acceso a la ciudad se vuelve interminable en las horas pico. El centro, con varias calles cortadas, obliga a buscar salidas alternativas y el amontonamiento de autos genera largas filas. El Diario de la República recorrió las zonas más complicadas para circular. A los problemas causados por las obras que obligan a tomar otros caminos, se sumó ayer, el corte de calles por reclamos de vecinos en la intersección de Las Heras y Chacabuco y de un grupo de padres en Pringles y avenida Perón. 
“Es un caos el tránsito en esta cuadra, pasa de todo, es una tragedia. Nosotros le pedimos al intendente Ponce hace un año y medio que colocara semáforos en las 4 esquinas pero nos dijo que no”, contó Juan Rodríguez, dueño de un quiosco de revistas en la esquina de Bolívar y Chacabuco. Según el comerciante, los horarios más complicados son de las 10 a las 14 y desde las 17 a las 21. 
En la esquina de Chacabuco y avenida Illia, el paso de autos es interminable y las paradas de colectivos obstaculizan más el movimiento. “Es de terror y los bocinazos son insoportables, acá en el local se sienten siempre. La fila empieza en Pedernera y sigue hasta Pringles, muchos autos doblan un ‘U’ porque no tienen paciencia”, dijo Alberto, de Calzados Centro. Como consecuencia de la obra de remodelación del microcentro, avenida Illia está casi en su totalidad cortada, lo que genera la búsqueda de caminos alternativos.
Continuando con el recorrido por Chacabuco y al doblar en Belgrano, el avance de los autos es a paso de hombre y al llegar a la intersección con Colón, los conductores tienen que estar atentos para poder cruzar o doblar. 
Pero el centro no es el único lugar de la ciudad que se vuelve caótico.  Avenida del Fundador se transformó en una complicación diaria para los que vienen y salen de la ciudad. La construcción del puente que impide la circulación por avenida Santos Ortiz, deriva todo el tránsito a esa zona. “Es un desastre, a las 8 de la mañana es imposible andar y perdés mucho tiempo”, aseguró Ulises, conductor que esperaba la luz verde del semáforo de la esquina de Catamarca. 
La bautizada por el Municipio como “senda peatonal elevada” no cumple su función y sólo entorpece la fluidez vehicular. Durante la espera del semáforo, los autos quedan parados sobre ella y los peatones no pueden usarla para cruzar. 
En Riobamba, entre Héroes de Malvinas y avenida Alfonsín, a partir del mediodía se arman largas filas entre semáforo y semáforo y quienes quieren doblar por Felipe Velázquez deben armarse de paciencia.
La falta de sincronización de los semáforos en Sarmiento, entre Córdoba y Ciudad del Rosario, provocó que los autos se amontonen y los bocinazos de los conductores impacientes no se hicieron esperar. 

Corte de calles
Al clásico congestionamiento de Chacabuco, se sumó ayer al mediodía el corte de unos vecinos que se oponen al traslado de los vendedores ambulantes en la calle Las Heras. La quema de cubiertas impidió el paso de los autos, los cuales tuvieron que doblar y provocó un embotellamiento. A las 8, en la esquina de la escuela Nº 3 Manuel Belgrano, Pringles y avenida Perón, casi 30 padres pararon el tránsito por 15 minutos pidiendo arreglos en el edificio del establecimiento.