"No venimos a sacarle el trabajo a nadie"

El negocio de los remates de hacienda tiene un nuevo jugador en San Luis. Se trata de la firma riocuartense Bressan y Cía, que tuvo su jornada inaugural hace una semana en la Sociedad Rural de la capital puntana.

Bressan pensaba rematar cerca de 1.500 cabezas de invernada y gordo, más un poco de hacienda general, pero la lluvia le jugó una mala pasada y terminaron desfilando por la pista un millar de animales, que de todos modos salieron a buen ritmo.

Para el titular de la firma, y activo rematador durante toda la jornada, terminó siendo un buen debut en una plaza que si bien es nueva para sus actividades comerciales, ya conocía desde hace varios años. "Vengo a San Luis desde el año 1983, cuando era otra cosa completamente distinta a lo que es hoy. Antes había sólo cría de animales, en cambio ahora hay invernadores muy importantes y se hace el ciclo completo. La provincia ya entró de lleno al circuito ganadero hace muchos años", comentó.

Bressan llegó a San Luis para quedarse, por eso abrió una oficina en Pringles y Maipú, en pleno centro capitalino. "No vengo a quitarle el trabajo a nadie, creo que esta plaza da para que todos podamos desarrollar esta actividad. La firma Bressan viene a sumar y además los conozco a todos, tengo buen trato con la familia Abdallah y con la gente de San Luis Feria", aseguró.

Para el consignatario, "el derrumbe del precio de los cereales reactivó la ganadería, muchos están volviendo a la cría, se nota por la cantidad de compradores de terneros, además se están poblando los feedlots".

Los precios parecieron darle la razón. Por los novillitos se pagaron entre 21 y 24 pesos, el novillo salió a $21, el gordo a $19,70, la vaca preñada con garantía a un máximo de $13.000 y el toro entre $10 y $13,50. "Estamos más que conformes con las cotizaciones, el novillo marca líquida de la familia Gatica de Villa Mercedes a $21,50 es un precio bárbaro. Y en general toda la hacienda salió con mucha fluidez", analizó.

Bressan se fue de San Luis con la sensación de haber pasado con holgura la primera barrera, la más difícil, la que marca la cancha en el debut. "Diría que me embargó la emoción, hubo 500 personas en las tribunas a pesar de que el clima no fue el mejor, me reencontré con gente que hacía años no veía, todo el mundo comentó la buena calidad de la hacienda general y de los novillitos, a pesar de que todavía no salió la zafra".

Pero más allá de precios y asistencia, el rematador asegura que "los números son lo de menos, queremos mantener el perfil bajo, es un trabajo de años como el que venimos haciendo en Río Cuarto. Buscamos calidad, lo importante es que tanto el vendedor como el comprado se vayan conformes". El viernes 27, otra vez en la Sociedad Rural, tendrá la chance de repetir la historia.