Gepu es el iniciador de muchos deportes

Estuve de visita en GEPU, un club casi centenario, enclavado en calles Tomas Jofré y Rivadavia, en la ciudad de San Luis. Comenzó haciendo gimnasia en los años '50, después se incorporó el básquet, luego se jugó el tenis. Es un club social y deportivo realmente.

Es el iniciador de muchos deportes, tiene al básquet como gran protagonista. También el tenis, que quizás sea el primero o el único que había en la ciudad en los años '50. Tiene una enorme barriada que lo quiere y tuvo una actuación muy interesante, con mucha solidaridad, cuando decidió construir la pileta de natación, cuando San Luis no la tenía. Había sólo una pileta de natación que estaba, y está actualmente, a la altura del Puente Blanco, que es del gremio municipal, conocida como la Pileta Municipal. Ahí íbamos todos los chicos, tomábamos la línea 3 de colectivo, que hacía “Estación- Puente Blanco”.

El club Gimnasia decide en los años '60 -aproximadamente- construir la pileta. El presidente era “Pepe” Cacace, que vivía al frente del club, un gran tenista y un empresario exitoso en el ramo de la curtiembre. Me puedo equivocar en algún dato, pero yo diría casi con certeza fue así: él vendió a mil nuevos socios, mil números a mil pesos. Mil familias de San Luis pagaron esos mil pesos y se pudo hacer la pileta del club Gimnasia con un tamaño espectacular, con trampolines, con una parte para chicos y un salón social.

Fue la primera pileta que tenía el agua con purificadores, vestuarios para bañarse antes, todas las comodidades que tienen las piletas de hoy. Todas las familias de San Luis y la gran mayoría de las familias convocadas por el club Gimnasia -así se llamaba en ese momento- lo lograron.

El club Gimnasia de los años '70-'80 se unió con Pedernera, que era un club de fútbol que pertenecía a la misma barriada, pero más al norte. Hicieron así el club Gimnasia Esgrima y Perdenera Unidos, GEPU.

Si bien en el básquet -que es el más tradicional del club de Gimnasia- tiene la camiseta del club Gimnasia, en el fútbol tienen la camiseta amarilla llevando los colores de Pedernera, un club tradicional de fútbol.

Así nació GEPU y en ese lugar se han visto grandes eventos del deporte. Hoy ha sumado no sólo que tiene el fútbol, el básquet, sino que tienen sus versiones femeninas. A las escuelas de básquet suman el tenis, siempre presente, y tuvieron que ampliar las canchas para que den los niveles reglamentarios y poder participar en eventos nacionales e internacionales.

Es una institución enorme que comprende prácticamente la barriada de un cuarto de la ciudad de San Luis. Le han agregado el tenis de mesa, que está a un nivel competitivo impresionante. Es una escuela también, donde se ven grandes formadores de chicos, de distintas edades. En el salón que se construyó a la orilla de la pileta para eventos sociales, se hace tenis de mesa y arriba gimnasia artística.

Ver a los chiquitos, a las nenas, haciendo gimnasia artística es realmente conmovedor, es emocionante la vida que tiene GEPU.

Me estoy olvidando seguro de algún deporte. Yo me siento parte de GEPU por muchas razones. Primero porque jugué ahí a todos los deportes cuando era niño y me sentía parte del Club Gimnasia, que así se llamaba en ese momento. Jugué al vóley, al básquet. En los años de la pileta, nuestra familia fue una de las de esa asociación de los mil por mil.

Por supuesto que fui a la pileta y también debo decir que por ahí, por algún acto de inconducta de niño, me echaron de la pileta y del club. Esa parte me dolía mucho, pero me las tuve que aguantar. Me echaron varias veces del club, no voy a contar las picardías, pero volvía igual.

Después de la pileta fui a festivales folclóricos, a bailes que se hicieron. Creo que fue la Escuela de Dibujo Técnico la que hizo una fiesta de egresados en el salón del club, que prestaban para fiesta y eventos.

También vi alguna vez ahí a los Globetrotters, que vinieron a San Luis y estuvieron en GEPU. Por supuesto participé y me siento protagonista de cuando nació el equipo de básquet de GEPU. Yo era presidente de la Federación de Básquet y fui de alguna forma el conductor empresarial, por así decirlo, de GEPU, junto con el doctor (Hugo) Hissa, el doctor  (Amado) Rachid, Saúl Bustos, el “Caica” Araníz, la “Pinocho” Noemí Ofría, Mariano Celorrio y varios otros que trabajamos en el club.

El GEPU ascendió a la A en tremenda lucha, hicimos un convenio y le construimos el resto de las plateas de las tribunas al estadio cerrado de GEPU. Eso lo dirigí personalmente cuando sucedió el ascenso. Toda la participación de GEPU en la Liga Nacional, al club Gimnasia no le costó un peso, fue todo con esfuerzo de sponsors y desde afuera, para mantener el equipo. Cuando el equipo terminó, GEPU no debía un solo peso y tenía construidas las tribunas.

Todo esto me motivó para visitar GEPU. Conversamos con todos los dirigentes, con todos los especialistas y conocí a una de las “leonas” que vive en San Luis, Soledad García, que a su vez hace hockey. Construyeron una cancha de hockey con césped sintético, están contentos porque esa construcción fue en forma solidaria porque cuando había que ponerle la arena, la “leona” sacó su fervor y los hizo trabajar a todos. La tamizaron los socios, jugadores, veteranos, seniors, padres, todos trabajaron.

Hablamos de deportes, estuvo el ministro de Deportes, Carlos Rosso, que es un histórico de GEPU. Fue jugador de la Liga Nacional y debutó en el partido contra San Andrés, que después terminó con una piñadera. En el partido de San Andrés, en San Martín provincia de Buenos Aires, GEPU era visitante y ganó ese partido. Después los muchachos de San Andrés nos quisieron dar una golpiza y ahí se armó.

En la reunión estuvo también el profesor (Rafael) Costa, que fue base de GEPU, el cerebro, la inteligencia del equipo. En las jugadas programadas, él tiene que resolver, con mucha rapidez.

El club tiene una radio, que se dedica a todo el deporte. Conocí la radio, me admiré, los felicité porque realmente está muy piola. Estaban trabajando dos personas en la radio con mucho entusiasmo, en la 103.7.

1.200 deportistas suma aproximadamente este club en las disciplinas que se practican.

Hay que reconocer la importancia que tienen los clubes como ordenadores sociales y como contenedores y además la parte educativa, también en la cultura y en la ciencia. Los clubes sociabilizan, dan ejemplos, le dan juegos a los chicos, competencias y una serie de alternativas de sociabilidad que son maravillosas.

Siempre tienen algo de formativo y de educativo, es un tremendo complemento de la sociabilización y en el sistema de convivencia. Además, representan el barrio.

Hoy a los padres les cuesta enormemente que los chicos salgan de sus casas y  caminen por la calle, el padre ya siente un problema, pero si sabe que va al club, es como que es un alivio, porque están todos los padres mirando. Como que entre todos cuidan a todos.

Aparece también la sociabilización en las distintas edades, con las distintas características. El club es un lugar de encuentro. Si juega al fútbol, toca la guitarra, está de novio y le va bien en la escuela, ¿qué más queremos? Tiene cubierto todo y el club te da mucho de eso.

Hay una necesidad de continuar mejorando la infraestructura de los clubes en general para brindar mejores comodidades a quienes asistan a practicar una  disciplina deportiva, eso lo vamos a seguir tratando. Fui a GEPU, pero quiero reunirme con todos los clubes, porque más allá de la política, hay que poner en valor  los clubes, la infraestructura, el material. Deben tener buenos baños, agua caliente, wifi, un perímetro cerrado de seguridad. Una vez cubierto lo material hay que ponerlo en valor espiritualmente, que vuelva ser parte del barrio y ser el centro del sistema de convivencia de un barrio.

Los barrios de Buenos Aires adquirieron esa enorme personalidad y cada barrio tenía su club. Cuando dicen La Boca, es el barrio más pintoresco, más bonito.  Eso le dio una enorme personalidad a la ciudad de Buenos Aires que tiene barrios realmente uno más bonito que el otro. Se fue perdiendo cuando se fue perdiendo el club como centro de convivencia. El club se profesionalizó, se fue para otro lado.

Creo que hemos cometido errores, pero llegó la hora de reflexionar. Estas partes que hemos hecho bien en la sociedad hay que conservarla, y esto de los clubes es una cosa bonita.

Pongamos en valor los clubes, que tengan su baño, su perímetro cerrado, pintado, que los chicos puedan ir con sus mamás y con toda la familia a hacer distintas actividades. Pongamos en valor los clubes, la parte moral, espiritual, la razón de ser de los clubes. Para mejorar el sistema de convivencia del barrio, porque el club no es solamente el deporte.

 El club es un centro en el barrio para mejorar el sistema de convivencia.