Vergüenza y lástima. Esos fueron los dos sentimientos que predominaron entre los más de doscientos lectores que participaron de la encuesta de El Diario de la República sobre la atención de PAMI.
Indignados y molestos, vecinos de San Luis, Villa Mercedes y Merlo, principalmente, criticaron fuertemente la prestación de la obra social y también la del sanatorio Ramos Mejía.
“El PAMI, por su burocracia y pésimo control a las prestadoras, mata a muchos jubilados. Interminables filas, no controla el servicio de las clínicas, tiene burocracia administrativa y un pésimo sistema. Pareciera que hay empleados que se olvidan que son abuelos, y no muebles”, expresó Astor Ramírez, mientras que Juliana Rosenbaum describió lo que padecen en la ciudad del “tercer microclima”: “En Merlo existe una sola clínica donde atienden a los jubilados, y para conseguir turnos en especialidades es una lucha interminable. Si no conseguís el día que abren los turnos, tenés que esperar al mes siguiente”, advirtió.
A través de la cuenta de El Diario en Facebook, los lectores también denunciaron diversas situaciones.
“Para una especialidad médica me mandan a Villa Mercedes, y yo vivo en San Luis. Dicen que no hay médica ginecóloga porque PAMI no les paga. Qué Vergüenza”, disparó Claudia Mabel Defabrittis.
“Los pobres 'abuelitos' se tienen que comer una mañana entera para hacer solamente una pregunta… Mi abuela espera hace un año que la operen y no hay ninguna respuesta de nadie. Encima, por cualquier caso de urgencia, los mandan al hospital, que al final los atienden mejor que el sanatorio…”, dijo Celeste Bustos.
A su vez, criticaron la administración y la entrega de los turnos.
“Estuve desde las 7:30 hasta las 13:30 para autorizar un papel, y cuando me tocó, me dijeron que volviera al otro día porque quien lo hacía había salido… Y me dio mucha tristeza ver a los abuelos horas y horas esperando, y totalmente entregados y sumisos a las respuestas poco amables de las empleadas. Los tratan con tanto desprecio, que te parte el alma”, expresó Soledad Cesari.
“Muy mala atención hacia los pobres ancianos. Mis padres tienen que hacer cola desde las 6 para pedir turno para un cardiólogo, algo indispensable para ellos. Y te lo dan de acá a un mes”, sumó Jennifer Rey.
“Te dan un turno como si los abuelos fueran un cheque, de 30 a 60 días; como si tuvieran tanto tiempo, un horror. A mi mamá se le rompieron los meniscos, estaba con un dolor insoportable y le daban un turno con más de 30 días de espera. Como buscamos un médico particular, porque no podía esperar tanto, PAMI no le cubrió la cirugía; 16.000 pesos hubo que pagar, y no somos una familia de altos recursos”, recordó Lorena Godoy Prieto.
La entrega de prótesis también estuvo en el centro de las quejas.
“Mi suegra se quebró la cadera en marzo y la prótesis la compramos porque nunca llegó. Había jubilados, internados, esperando las prótesis más de quince días… Nosotros hablamos con todos en PAMI y nadie nos dio la solución, por eso decidimos comprarla”, recordó Silvana La Morgia.
“No sé si será responsabilidad de la filial en San Luis, pero desde octubre del 2014 tengo pedido una silla de ruedas, y aún no me la entregaron; imposible comunicarse telefónicamente, y cuando se logra, no tienen respuesta”, agregó Olga Ángela, mientras que Gabriel Hidalgo dijo que PAMI atiende "como de favor". “El médico de cabecera es un profesional lamentable, que los atiende sin mirarles la cara y sin dejarlos hablar”, describió.
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