Hoteleros de la avenida Illia piden que no se relajen los controles

La primera evaluación que los hoteleros de la avenida Illia hicieron luego de la reunión que mantuvieron el pasado 2 de julio con autoridades del Ministerio de Turismo y la Policía provincial, donde les reclamaron mayores controles durante la madrugada en esa arteria, tuvo opiniones encontradas. Si bien la mayoría reconoce que la situación está “tranquila”, todavía no se ha podido bajar el nivel de ruidos molestos que se generan a la salida de los tres boliches que están ubicados en la esquina de la diagonal con Falucho, ni tampoco los inconvenientes que provocan algunos jóvenes que se juntan a tomar y escuchar música en los autos que estacionan sobre esa avenida.

Juan Picco, socio del Hotel España, dijo que “en los primeros diez días posteriores a la reunión notamos la presencia policial en las calles que era lo que considerábamos suficiente para solucionar el problema o por lo menos que no hubiera tantos desmanes”. Y aclaró que “gracias a Dios problemas de inseguridad, dentro del hotel, hasta ahora no hemos sufrido, pero sabemos de otros que se les han metido personas con intención de robar. Eso sí es preocupante, porque no es algo que sólo pasa en San Luis, sino en todo el país”.

Insistió en que “el problema es que los pasajeros, cuando se levantan por la mañana a desayunar, nos hacen saber que la noche anterior no pudieron dormir por estos ruidos. También los hoteles que están sobre la calle Belgrano sufren de otro inconveniente porque al no poder dejar todos los autos en las cocheras, muchos han sido atacados para robarles algo del interior. Como también les han roto los vidrios a los colectivos que quedan estacionados sobre la calle Caseros”.

Picco no quiso hacer cargo a ninguna institución en particular: “Yo no le hecho la culpa a nadie porque entiendo que la Policía está desbordada y es imposible controlar a los jóvenes hoy en día. Y lo entiendo porque salen con los autos a toda velocidad, se paran a tomar y ponen la música de los estéreos a todo volumen. Incluso ustedes en El Diario han publicado que hubo peleas entre los pibes y la Policía, la semana pasada. Y todos estos desmanes nos están perjudicando frente a los turistas. No debemos permitir que esto avance, justo en esta fecha de vacaciones que es cuando más trabajo tenemos”.

Fredy Gutiérrez, gerente del Hotel San Luis, dijo que “en estos días la situación está más calmada. Desde que tuvimos esa reunión nos dieron una respuesta inmediata. Es necesario que trabajemos en conjunto, los privados con el sector público, porque tenemos un interés común que es que el turismo venga y se sienta bien atendido en nuestra ciudad”.

Dijo que en estos días los pasajeros no le comentaron de ningún inconveniente, “y creo que ha sido por la tarea de prevención que ha desplegado la Policía luego de nuestros pedidos”. Recordó que hasta los primeros días de julio lo que más quejas generó en sus clientes "fueron los ruidos molestos durante la madrugada del sábado y domingo, además de los gritos y la música fuerte de los autos que circulan por acá”.

Gutiérrez confirmó que en el establecimiento, donde trabaja s desde hace 11 años, tuvo problemas "con menores que se han metido con la intención de robar, pero los hemos detectado a tiempo gracias a la Policía”. Pero se quejó porque “al final los patrulleros hacen de remises porque lo único que pueden hacer es llevárselos a sus padres y al rato ya vuelven a andar por la zona”. Y pidió “más esfuerzo para prevenir y contener este problema”.

Fernando, uno de los conserjes de Hotel Quintana, confirmó que el gerente participó de la reunión y señaló que “el único problema que todavía se mantiene es a la salida de los boliches, durante los fines de semana, porque todavía hay discusiones y peleas. Pero en general la avenida está tranquila por estos días”.

Recordó que los mayores inconvenientes los tuvieron “más o menos hace un año, cuando desalojaron a la gente que vivía en la ex Cerámica San José y los trajeron a vivir a esta zona de la ex Estación de Trenes. Esa época sí fue complicada porque aparecieron varios autos atacados a los que les robaron el GPS y el estéreo. Pero hace un tiempo que eso no se ve”.

También coincidió en que “el horario más complicado es entre las 6 y las 8 de la mañana cuando la gente sale de los boliches que tenemos en frente, porque ahí se producen las peleas. Ahora son menos que antes, porque hace un año eran con piedras y botellas, pero ahora los pasajeros del hotel sólo se quejan de algunos ruidos molestos, nada más”.