El precio de la cebolla generó un efecto dominó en las rotiserías de San Luis, donde optaron por reemplazarla por su alto valor o, en el mejor de los casos, por retacear su cantidad. Estos malabares culinarios surgen porque el kilo en las verdulerías no baja de los treinta, y treinta y cinco pesos, hace ya un mes debido a las adversas condiciones climáticas.
En algunos locales que preparan comidas una de las opciones fue sacar todos los productos que tienen a las cebollas como ingrediente dominante en las comidas. La dueña de “Pizza Zero Delivery”, María Godoy, dijo que ya no ofrecen las fugazzas y las fugazzetas porque llevan mucha cantidad del alimento y en caso de incluirlo deberían vender el menú a un precio superior al habitual.
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