Vecinos de calle Falucho, cansados de las peleas y los ruidos molestos

En  calle Falucho, entre Illia y Bolívar, los vecinos deben guardarse bajo llave. Sobre todo los fines de semana cuando miles de jóvenes protagonizan escenas escandalosas a la salida de los boliches ubicados a pocos metros de la avenida. Gritos, música elevada, golpes,  peleas y escenas escatológicas perturban las madrugadas de quienes habitan en la zona. Además, aseguran que no hay seguridad y que a pesar de llamar a la Policía o al 911 nunca llegan los patrulleros a controlar la situación.  

"La última vez llamé cinco veces a la Policía y me dijeron que llamara al 911. Nadie vino", dijo Marín.

Una de las vecinas de la cuadra narró la penosa experiencia que deben soportar cada fin de semana. “A las cuatro de la mañana empiezan los ruidos molestos, la música fuerte y el griterío. Más tarde, tipo seis, cuando salen del boliche, se trenzan en peleas por toda la cuadra, y van golpeándose y empujándose contra los portones. No podemos dormir ni dejar los coches afuera”, indicó Raquel Becerra.
También señaló que los disturbios se extienden incluso hasta pasadas las ocho, y que ningún vecino puede salir con tranquilidad el sábado a la mañana a trabajar. “Muchas veces debo llamar a un taxi para llevar a mis hijos a sus actividades deportivas, durante el fin de semana, por miedo a que si saco el auto me lo rompan con las cosas que se arrojan”, afirmó.
Los vecinos de la cuadra coinciden con el relato de Raquel y agregaron que producto de las peleas y desmanes, los fines de semana las veredas quedan manchadas de sangre, vómitos y excrementos. 
Otro habitante de la zona, Leandro Marín, expresó que a los trastornos que se generan a la salida de los boliches se agrega la inseguridad. Aseguró que en tres meses todos sus vecinos fueron asaltados. “A esta situación se nos sumaron las batallas campales que vivimos todos los fines de semana”, dijo y aseveró que el sábado a la madrugada llamó en cinco ocasiones a la Comisaría 1ª para que enviaran un móvil que nunca apareció.
“Los del 911 me dijeron que correspondía a la comisaría, al final nadie vino y yo tuve a 20 pibes peleando en la puerta de mi casa toda la noche”, expresó indignado.
“Ya no solo toman si no que se drogan, en la vereda. Los vemos aspirando toda la noche y como les va afectando el comportamiento. Primero empiezan a empujarse y molestarse. A las horas parece que se desconocen y ahí se arman las peleas que cada vez son más sangrientas”, afirmó Leandro.
Éste fin de semana varios vecinos notaron que un auto sospechoso permaneció parado en la esquina de Falucho y Avenida Illia. El conductor se bajó y estuvo junto al vehículo varias horas observando su alrededor. Dentro otra persona permaneció sentada toda la noche. Algunos piensan que puede tratarse de alguien que vende drogas porque varios jóvenes se acercaron al vehículo en distintas ocasiones.