Ordenan prisión para la dupla que robó en una fiambrería

La sospecha de que Ezequiel Gastón Figueroa y Cristian Víctor Giménez rompieron el vidrio de la puerta de una fiambrería, en San Luis, para robarse la caja registradora con la recaudación se consolidó a partir de cuatro elementos, precisó la jueza Penal Nº 3 de San Luis Virginia Palacios. Uno: la Policía los detuvo cerca del comercio. Dos: bajo el asiento del taxi que los arrestados se tomaron tras el robo los agentes hallaron dinero y varias tarjetas de presentación de la fiambrería. Tres: el dueño del negocio reconoció los bienes que la Policía secuestró, entre ellos, la caja registradora, que habían vaciado y arrojado cuando escapan, y las tarjetas y otra documentación. Cuatro: una vecina que alcanzó a ver cuando uno de los ladrones huía reconoció luego las ropas que éste vestía. Con esos fundamentos, la magistrado los procesó el lunes por robo simple y ordenó que los trasladaran al Servicio Penitenciario Provincial, con prisión preventiva. 
El hecho que la jueza investiga ocurrió la madrugada del jueves 23 de julio en “Don Pippo”, una fiambrería ubicada en Presidente Perón al 200, entre Julio Argentino Roca y 25 de Mayo, casi frente una de las puertas laterales del San Luis Shopping Center. Abrieron hace poco más de un año, contó en aquella oportunidad Lorena Medero, la propietaria. En su corta vida, el negocio ya sufrió tres robos. 
Pasadas las 03:30 del 23 de julio, Darío Sánchez, el esposo de Lorena, recibió un llamado telefónico que le quitó el sueño. Una vecina –quien a la postre reconoció las prendas de uno de los ladrones– le dijo que le habían entrado a robar. La hija de la mujer llamó a la Policía. 
Esa madrugada, los agentes pusieron en marcha el operativo que les permitió dar, por un lado, con la caja registradora y, por otro, con la dupla sospechosa de llevársela. 
Con las referencias que la vecina aportó sobre los ladrones y el sentido hacia donde huyeron, sumadas al seguimiento de las cámaras de monitoreo, los efectivos lograron ubicarlos cuando circulaban por una de las pasarelas del Parque Cuarto Centenario, límite entre la zona centro y sur de la ciudad. 
Giménez y Figueroa abordaban un taxi Fiat Uno cerca de una agencia cuando una patrulla les cortó el paso. En el piso del vehículo, en la parte de atrás, había 494 pesos. Estiman que eran parte de los 890 pesos que estaban dentro de la caja al momento del robo. 
En el Fiat encontraron, además, una prueba que, por su singularidad, terminó de vincularlos al robo. Eran nueve tarjetas marrones con el nombre del local, su dirección y el teléfono del delivery. Giménez, de 21 años, y Figueroa, de 25, quedaron detenidos en ese mismo momento. 
La defensa de los arrestados cuestionó la tarea de la Policía y pidió que les dictaran la falta de mérito. 
La jueza le corrió vista a la Fiscalía, quien de modo detallado fundamentó el rechazo del planteo de la defensa. Consideró que las contradicciones apuntadas por la defensa no existen y tampoco la falsedad de un acta policial. En consonancia, la juez no hizo lugar al planteo y procesó a los imputados.