Pintame, le dije yo al pintor, pintame la carita, de la niña más bonita, dentro de mi corazón", reza la contagiosa canción de Elvis Crespo. Y es probable que el intendente de San Luis, Enrique Ponce, la escuche en el estéreo de su camioneta, aunque hoy el verbo pintar le produzca urticaria. Y la picazón tiene que ver con el resultado fallido de la primera mano de pintura exterior que le dieron a la ex Estación de Trenes: la lluvia que cayó ayer destiñó la fachada por completo y el gris plomizo que lucía mutó ahora en un dálmata o un animal print grisáceo con manchas blancas.
Así se ve hoy la obra que encara la Municipalidad de la capital puntana. Gran parte de las paredes exteriores lucen descascaradas. No hace falta ser especialista para determinar que, o le faltó más pintura, o que lo que tenía encima era apenas témpera escolar.


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