Aparecía en la vida de las víctimas a través de Facebook. Lo hacía camuflado. Detrás de la foto de una persona y un nombre que las menores nunca habían visto. Pero al poco tiempo dejaba de ser un desconocido para ellas. Pues, aunque jamás hubieran cruzado palabra, él parecía conocerlas al detalle. Sabía lo que les gustaba y lo que no, también quiénes eran sus familiares y sus mejores amigas. Una vez lograda la confianza, empezaba a pedirle lo que realmente le interesaba obtener de las nenas: fotos y videos pornográficos que las tuvieran como protagonistas. Hizo eso con 90 niñas y adolescentes de Argentina. Una de ellas es de San Luis.
Tales actos de grooming o ciberacoso sexual salieron a luz por un trabajo que inició el Cuerpo de Investigaciones Judiciales de la Fiscalía de la Ciudad de Buenos Aires (CIJ). En sus averiguaciones, detectaron que en el país existían numerosas chicas que eran acosadas a través de la web por un mismo pedófilo, informó un vocero del Ministerio Fiscal de Buenos Aires.
“Las víctimas identificadas residen en la Ciudad de Buenos Aires, en provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Misiones, Santa Cruz, Entre Ríos, Chubut, San Luis, Chaco, Catamarca, La Pampa y Salta”, detalló el portavoz.
De inmediato, la Fiscalía de la Ciudad se puso en contacto con la RED 24/7, la cual está integrada por todas las procuraciones generales del país y fija un protocolo de intervención inmediata en casos de abusos infantiles por internet, explicaron desde el ministerio.
Así comenzó “La Operación Ángel Guardián”. A través de los informes que la National Center for Missing and Exploited Children (Ncmec) y Facebook les remitieron a los investigadores, pudieron identificar los patrones solicitados y lograron rescatar más de cien reportes con imágenes fotográficas y videos de menores que coincidían con el perfil del abusador. “Todas las víctimas enviaban al ‘groomer’ autorretratos y videos de producción casera, en los que aparecían desnudas, en posiciones y actividades explícitamente sexuales”, precisó Enrique Del Carril, el director del Cuerpo de Investigaciones Judiciales.
Todas las fotos y las filmaciones tenían algo en común. “Sin perjuicio de las diversas edades, contextura física y localización de las involucradas, las características del material parecían seguir el patrón único del pedido de un tercero”, comentó.
El lunes 7 de noviembre, en simultáneo, los integrantes de “La Operación Ángel Guardián” se allegaron hasta los domicilios de las víctimas. Querían hablar con ellas, con sus padres y ofrecerles protección.
La visita dejó helados a los padres. No podían creer que sus hijas habían sido acosadas por un pedófilo que ataca a escala internacional.
“Las 90 menores identificaron a su acosador”, remarcó Mariano Manfredi, el jefe de la Unidad de Investigaciones Tecnológicas del CIJ. También contó que durante los procedimientos pudieron recolectar “el material digital, contenido en los dispositivos de las chicas, que servirán de prueba en el momento del juicio”.
En San Luis pasó lo mismo. Un grupo de investigadores se acercó a la vivienda de la nena puntana, habló con ella y secuestraron, entre otras cosas, su computadora. “Esos elementos serán analizados, porque todavía estamos produciendo prueba”, dijo el juez Contravencional y Correccional de Villa Mercedes, Santiago Ortiz. Entre las medidas que restan están la de lograr algunos testimonios.
El caso de la sanluiseña, como el resto, es investigado desde hace un año y medio. El abusador la contactó en más de una oportunidad, señaló el magistrado que, para no perjudicar las averiguaciones, evitó dar nombres de personas y lugares como así mayores detalles.
Un “groomer” sin fronteras
De las averiguaciones, también surgió que para el pedófilo no hay límites internacionales. Pues atacó en Uruguay, Perú, Colombia y México.
Con la ayuda de Homeland Security Investigations (HSI), con asiento en la embajada de los Estados Unidos de Norteamérica en Buenos Aires, el CIJ se comunicó con las autoridades de los países en cuestión, para informarles sobre las víctimas que allí existen.
Ortiz contó que los investigadores determinaron que el “groomer” vive en el extranjero. Por eso los fiscales que intervienen en el caso solicitaron su arresto internacional.
Santa Fe, el blanco preferido
En todas las provincias la cantidad de víctimas varía. Pero el mayor número de ellas fue registrado en Santa Fe. Hallaron 22.
En esos casos, el pedófilo usó 18 perfiles falsos de Facebook. De esa forma, consiguió 1.151 fotos y 101 videos de las jóvenes. Todas obedecían a ese común denominador que advirtieron en los otros 68 casos.
“Las nenas no son responsables en esta distribución de imágenes de pornografía infantil. No sólo porque son menores de edad, sino también porque habría factores externos que condicionaron su voluntad en el envío de las imágenes y videos”, aclaró Estanislao Giavedoni de la Unidad Fiscal de Investigación y Juicio Nº 2 de Santa Fe.
Distinguieron dos grupos de víctimas. Las que mandaban imágenes una sola vez y, ante un nuevo pedido del “groomer”, lo bloqueaban. Y las que entablaban una relación más fluida con él y le remitían material que, incluso, superaba sus pedidos, explicó el fiscal.
Pero las que lo bloqueaban no conseguían librarse del acoso. Inmediatamente, otros dos o tres perfiles falsos, conocidos como “perfiles satélites” se contactaban con ellas. Algunos se hacían pasar por víctimas del sospechoso, otros les decían a las niñas que le contarían a su madre o a sus amigas y hasta las amenazaban de muerte.
“La Operación Ángel Guardián fue inédita en el país. En cada provincia, participaron los fiscales de los ministerios públicos locales, quienes actuaron coordinadamente superando los límites jurisdiccionales y las diferencias de sistemas procesales”, expresó Giovedoni.
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