El encuentro era esperado. Sobre el final de la presentación de Ana Prada y Pata Kramer, el domingo a la noche en "Fetiche", las dos cantantes uruguayas invitaron a subir a las cuatro integrantes de "La gata Flora" para una canción en conjunto. El tema fue "Tu vestido", una creación de Prada que el grupo puntano hace desde sus primeros días. El momento terminó con besos cruzados y agradecimientos recíprocos
La visita del dúo oriental con su espectáculo "Canciones yeguas" coronó un fin de semana de intensa actividad en "Los Cedros", el pueblo cultural de Estancia Grande.
Y además dejó un testimonio del inmenso poderío de la canción uruguaya, un estilo que debería ser considerado un género en sí mismo y que tiene enormes exponentes, de Alfredo Zitarrosa a Jorge Drexler; de Gustavo Pena a Eduardo Darnauchans.
Mencionar sólo varones en la amplia oferta musical del otro lado del río sería sumamente injusto. En Uruguay hay una camada de cantautoras que están a la altura estilística de sus colegas varones y que generaron un panorama con voz propia, fuerte y escuchada. Laura Canoura, Samantha Navarro y Rosana Tadei son sólo algunos nombres que merecen ser atendidos.
Prada y Pata comparten (con las dos últimas) tiempo y espacio y aunque aquellas están más volcadas al rock; las visitantes del fin de semana supieron conjugar algunas ideas de ese estilo, con otras más folclóricas. Por caso, Ana nació en Paysandú, frente a Entre Ríos, y la música litoraleña argentina es parte clara de su influencia.
El show del domingo previo al feriado del lunes reunió creaciones de ambas surgidas de su costado más lúgubre. Canciones de despedida, de ruptura, de desamor y melancolía chocaron con la simpatía y la buena onda que ambas cantantes expusieron una vez terminadas las interpretaciones.
"La parte divertida de la noche ya pasó con La gata Flora", dijo Ana Prada a poco de comenzar el show, después de las tres canciones que hicieron las puntanas y antes de la reunión cumbre del final.
Sin embargo, entre tema y tema, las cantantes bromearon con el acento cordobés de "Buscando a Nina" y con los rulos de Ana, preocupada por si el clima de San Luis es seco o húmedo para ver el tratamiento que le daba a su cabellera.
En la división de tareas se notó que la canciones de Pata -quien de la dos es la menos conocida por el público argentino- tienen una pátina de tristeza inconfudiblemente de domingos montevideanos, de tarde al costado del río con un mate como único compañero a quien contarle sus dramas.
Si bien los temas de Prada tampoco son para el multitudinario carnaval uruguayo, los ritmos con más colores y las letras con roces con el humor le sacaron el gris a un repertorio que las chicas mostraron orgullosas. Tal vez no casualmente, la mayoría de las canciones de Ana que se escucharon el domingo fueron de "Soy pecadora", el disco que en 2007 grabó en La Casa de la Música, de Villa Mercedes.
Otra demostración del poderío de la escena vecina fue la elección de las versiones que componen "Canciones yeguas": "Hoy no quiero verte nunca más", del notable Franny Glass, y "Diente de león", de Garo Arakelian, el líder de "La trampa", otro activo grupo uruguayo.
En la misma tónica que esa canción se sumó "La entalladita", un viejo clásico mexicano sobre la violencia de género que Ana interpretó con gracia y sutileza.
El intercambio de instrumentos arriba del escenario fue la demostración de la versatilidad de la dupla, un terreno en el que Kramer se mueve tan bien que sorprendió hasta la conmoción con una sensacional versión sin micrófono y solo con guitarra de "Despedida en espiral", una canción, de despedida.
Entre las dos cantantes -o mejor dicho al costado- el aporte del tecladista Ariel Polenta fue fundamental para la sonoridad de las canciones, sobre todo las de Ana, quien lo tiene como parte estable de su banda solista. Con remera de Yoda, por momentos tocando con una mano el teclado y con la otra el cajón peruano, una demostración de la polenta de Polenta fue su participación como coproductor en "Constelaciones", el nuevo disco de Lisandro Aristimuño.
Antes de los relinchos, los maullidos
En una época en donde el grupo piensa en reformularse -algo que puede significar hasta cambio de integrantes- "La gata Flora" fue parte de la noche uruguaya con mucho de orgullo y admiración. "La segunda canción que preparamos fue de Ana Prada", recordó Daniela Pereyra Jameson antes de comenzar el recital.
Había otra razón que acompañaba la alegría de la líder del grupo: la consagración del equipo argentino en la Copa Davis. Dijo la cantante que se tuvo que maquillar varias veces antes del show porque no podía dejar de llorar de la emoción.
Junto a Laura Novillo, Yeka Ramos y Anahí Martínez -la ausente fue Miryam Soledad Álvarez- Daniela eligió las que dijo eran las canciones más yeguas de su repertorio para estar acorde con la propuesta de las visitantes.
"Llora tus penas", para la mujer latinoamérica; "Malo", su forma de combatir la violencia de género y "Yo no lloro más", otro tema de despedida, pero alegre.
LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casaMás Noticias
