Alfa & Omega venía con problemas financieros desde la gestión Poggi

El Gobierno rescindió el contrato de la empresa constructora Alfa & Omega, que tenía a cargo la realización de ocho obras que nunca concluyó. El ministro de Obras Públicas e Infraestructura, Felipe Tomasevich, dijo que la compañía no está en condiciones de continuar con los proyectos por incapacidad económica y financiera, lo que obligó a dar de baja su relación contractual con el Ejecutivo. "La empresa llega a esto porque la anterior gestión –a cargo de Claudio Poggi– demoraba con los pagos", aseguró el funcionario, quien explicó que pese a que hicieron todos los esfuerzos para que la firma cumpla con lo pactado, la situación resultó imposible de encausar.
Como antecedente del mal manejo de las obras y del dinero público relacionado con la construcción durante el mandato de Poggi, señaló que en octubre del año pasado siete constructoras que tenían contratos de obra con el Ejecutivo, solicitaron una audiencia urgente ante la preocupación por el estado financiero que atravesaban, causado por el retraso de las remuneraciones. 
“El 11 de diciembre Alfa & Omega nos pidió una reunión para llegar a una solución y así mostrar la situación delicada que atravesaban. Nosotros la conocíamos pero no dimensionábamos el volumen. Ése es el arranque que tuvimos. Actualmente, la empresa no tiene la capacidad económica y financiera para hacerle frente y continuar", afirmó el funcionario, quien agregó que al asumir la actual gestión al mando de Alberto Rodríguez Saá, encontraron que siete de cada diez obras tenían pedido de ampliación de plazos para terminarlas, algo a lo que el actual primer mandatario se comprometió para su entrega en forma correcta.
Durante la conferencia que dio en Terrazas del Portezuelo, Tomasevich detalló otras edificaciones que fueron “inauguradas a medias”, entre las que destacó  las viviendas en La Punta, donde las demoras tuvieron que ver con un acueducto que no funcionaba, tenía roturas y lo tuvieron que arreglar alrededor de seis veces. La segunda planta potabilizadora ubicada en esa ciudad es una de las que tampoco operó tras su apertura. 
“Todas esos retrasos hablaban de una falta de estrategia. En esta administración, en vez de salir a perder tiempo en lo que fue la comunicación, nos abocamos directamente a la solución de los problemas”, sostuvo.
Además, dijo que la deuda de la gestión de Poggi no sólo perjudicó a las constructoras, sino que también afectó de manera directa a los trabajadores, beneficiarios y proveedores de las firmas. En el caso puntual de Alfa & Omega en relación a estos últimos, afirmó que el déficit llegó a rondar los 20 millones de pesos, un monto que con la llegada de Rodríguez Saá al mando de la provincia más el esfuerzo conjunto con el gremio de la construcción, Uocra, lograron reducir ese monto en aproximadamente 10 millones de pesos.
“El que inició el corte de la cadena de pago fue la administración anterior (Poggi), no sólo con las empresas sino también con los proveedores y empleados, algo que nunca sucedió en esta provincia donde históricamente la escuela administrativa siempre abonó en la fecha acordada”, indicó Tomasevich.

Saldar deudas y entregas
Ante la crítica situación con la que se encontró en su tercera gobernación a partir de diciembre, Alberto Rodríguez Saá ordenó adelantar el pago a las constructoras a 30 días (anteriormente se hacía a 90) para que las empresas no se vean obligadas a perder los certificados de obra en el sistema financiero en donde se retiene el 30 por ciento del valor real. 
Al asumir en diciembre, la actual gestión desembolsó 829 millones de pesos en concepto de certificados de obra pública. Otra de las devoluciones monetarias estuvo relacionada con los fondos de garantía de las empresas, que presentaban deudas desde los períodos 2012-2013. El titular del Ministerio de Obras Públicas confirmó que el dinero para saldar los incumplimientos provino del Presupuesto 2016.
"Hoy vemos que todo está en perfecto estado, venimos con los pagos bien al día y con las edificaciones que tienen un grado de avance igual o superior”.

Casas, hospital y plantas
Entre las obras incumplidas por Alfa & Omega, Tomasevich detalló la construcción de 118 viviendas en la localidad de La Toma, una iniciativa que tenía que estar finalizada el 25 de noviembre del año pasado y que a esa fecha tenía un avance del 80 por ciento. También las 222 casas de Merlo, que estipulaban una entrega para el 13 de diciembre de 2015, sin embargo a esa altura sólo había un 53 por ciento de avance de obra. La que también prometía estar terminada para ese mes y en la misma localidad era la planta de tratamiento de líquidos cloacales, que a fin de año mostraba un 85 por ciento de progreso. 
“El hospital de Merlo tendría que haber estado listo en febrero, pero nada más tenía un 48 por ciento. Un mes antes era el turno del de Concarán, que para el 14 visualizaba un 65 por ciento. La terminación de la planta de reciclado de Donovan tenía fecha para diciembre del año pasado y estaba a un 66 por ciento. También dos escuelas de La Punta”.