Salud y Bienestar: El cigarrillo electrónico ¿ayuda a dejar de fumar?

Algunos fuman el cigarrillo electrónico como alternativa al convencional. Según Gustavo Júarez, responsable del consultorio de Cesación Tabáquica del Hospital de Juana Koslay, es una moda y no una opción para dejar el tabaco porque no cambia la conducta del fumador. "Tiene nicotina y no garantiza que el producto contenga la cantidad que declara. Además,  tiene sustancias tóxicas y cancerígenas", aseguró. En nuestro país no se permite su fabricación ni venta pero puede conseguirse a través de páginas de internet.

¿Qué es?

El cigarrillo electrónico, también llamado e-cig, es un sistema creado en China en el año 2004, que utiliza una pequeña batería para calentar una solución líquida y convertirla en vapor. Su diseño generalmente imita a un cigarrillo, un cigarro o una pipa. El aparato contiene un cartucho recambiable o recargable pero también existen descartables. Las principales sustancias que contiene el líquido son: propilenglicol (generalmente alrededor del 70%) y/o glicerina vegetal ( cerca del 20%), nicotina en diferentes dosis, (entre 0 mg y 54 mg/ml), menos que un cigarrillo  convencional. Además, viene en distintos sabores y aromas. "Diversos estudios muestran que la dosis de nicotina que 'dicen tener' los cartuchos muchas veces no coincide con la que 'realmente' tienen", remarcó Juárez.

Consecuencias para la salud

“Los fabricantes aseguran que los e-cigs son menos perjudiciales que los cigarrillos convencionales sin embargo, el último reporte publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a finales del 2014 señala que la evidencia disponible hasta la fecha muestra que el vapor que liberan no es tan inocuo como se sugiere”, mencionó Juárez. Aclaró que es posible que las personas que utilizan solamente e-cigs estén expuestas a menos sustancias tóxicas que cuando fumaban tabaco pero es difícil evaluar qué absorbe cada uno. “También están expuestos a la nicotina y las sustancias tóxicas cuando están en lugares cerrados. Hace relativamente poco que este producto está en el mercado todavía no hay evidencia suficiente sobre los efectos adversos que puedan tener a largo plazo”.

Para el profesional, es probable que los efectos causados por la nicotina (adicción, patológica cardiovascular y mayor riesgo de cáncer) sean los mismos que los que se asocian con el consumo de un cigarrillo común. Una complicación importante es la posibilidad de que los menores de edad ingieran por error el contenido de los cartuchos. En 2013 en Estados unidos hubo casi 1.400 llamadas a centros de emergencia por envenenamiento con el vaporizador.

¿Una alternativa para dejar de fumar?

Los creadores comercializan los e-cigs como una alternativa para dejar de fumar. Pero los médicos no creen lo mismo.  Juárez sostiene que no garantiza que ayude a dejar el vicio porque el paciente tiene que bloquear  todo lo que visualice y está relacionado con su forma de consumir esa sustancia. "Si yo le voy a ofrecer el mismo objeto, cigarrillo blanco, cilíndrico y tira  vapor, es poco seguro que pueda cambiar mi conducta aditiva, si me relaciono en una forma similar a la que la consumo", explicó.

Bajo la lupa

Un equipo de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos, analizó 51 tipos de cigarrillos electrónicos y líquidos de sabores. Del relevamiento se extrajo que 47 contenían diacetilo, una sustancia que se ha vinculado con una enfermedad pulmonar grave llamada “bronquiolitis obliterante”, conocida también como “pulmón de las palomitas de maíz” (pororó) porque fue diagnosticada inicialmente en operarios que inhalaban el saborizante artificial de manteca en las fábricas que elaboraban maíz para hacer pororó en el microondas.

La doctora Cristina Borrajo, ex presidenta de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), explicó que la comunidad científica continúa estudiando este producto, cuyos fabricantes –dice– provienen de la misma industria tabacalera. Insiste además, que sustancias como los propios saborizantes (muchos de los cuales se utilizan en la actividad gastronómica) no están pensados para ser aspirados, por lo que su efecto a largo plazo en el pulmón es difícil de predecir.

En Argentina está prohibida su venta

El 31 de mayo se celebró el Día Mundial sin Tabaco y volvió a abrir el debate sobre el uso del cigarrillo electrónico. La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat), el organismo que regula la producción y comercialización de productos vinculados con la salud humana, prohíbe su fabricación y venta en la Argentina. Según el ente, siendo la nicotina una droga sumamente tóxica y con fuertes propiedades adictivas, el uso de estos dispensadores, además del potencial riesgo que representa para individuos con patologías cardiovasculares, puede inducir en nuevos usuarios una dependencia a la droga. Por eso, tampoco permite la publicidad o cualquier modalidad de promoción.