Esteban Aníbal Rojos supo, a las 22:22 del jueves, que iba a seguir encerrado, pero en el Servicio Penitenciario Provincial, por la muerte de la auxiliar Lorena Gatica. La mañana del domingo 4 de setiembre, la policía de 31 años volvía a su casa de trabajar, en moto, cuando fue chocada de atrás por el Gol Trend que conducía Rojos, alcoholizado. El juez Penal Nº 1 de San Luis, Sebastián Cadelago Filippi resolvió procesarlo por homicidio culposo, es decir, un delito menos grave que aquel por el que lo había llamado a la declaración indagatoria, homicidio simple con dolo eventual. Y le dictó la prisión preventiva.
Además, en el fallo, Cadelago Filippi dispuso inhabilitarlo para conducir.
Después de notificar a Rojos, el magistrado explicó en qué sostuvo la decisión de bajar la calificación legal del hecho. “La imputación inicial siempre es provisoria. La hago cuando tengo el sumario policial en la mano. Hubo en ese momento algunas cuestiones que me hicieron sospechar que podíamos estar ante un homicidio doloso. En concreto, consideré que podía haber habido una persistencia dolosa en la posibilidad de que hubiera arrastrado a la víctima durante un número importante de metros, o la posibilidad de que la velocidad haya sido desmedida. Finalmente, con el avance de la causa, se demostró que la velocidad no era extrema, de entre 60 y 70 kilómetros por hora. Y que la víctima no fue arrastrada, sí la motocicleta”, explicó el juez anoche.


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