Una buena campaña, pero a no confiarse

Con la campaña gruesa en pleno desarrollo, y atentos a los problemas que sufren otras regiones del país afectadas,  algunas por las inundaciones y otras por los incendios debido a la sequía, la revista El Campo conversó con dos asesores agrónomos, Ramiro Goncalvez y Marcelo Bongiovanni, para conocer cuál es el estado de la soja y el maíz en sus zonas de influencia, donde manejan campos de algunos productores que confían en sus conocimientos.

Goncálvez tiene dividido su estudio sobre los cultivos en tres zonas, que abarcan estribaciones serranas cerca de El Amparo, La Petra, Cuatro Esquinas; siguiendo por la autopista Nº 20 están La Toma y Juan Llerena; y finalmente Justo Daract. En su análisis, aseguró que el maíz de primera, sembrado antes del 15 de octubre, en la zona de El Amparo, Cuatro Esquinas y La Petra se encuentra en el período de desarrollo conocido como R3 (grano lechoso), con un estado general que puede ser catalogado como “muy bueno”. Las lluvias fueron generosas, ya que cayeron alrededor de 85 milímetros en lo que va del año.

“En este momento los maíces tempranos están perfectos. Las buenas lluvias de otoño, más las de octubre y noviembre, ayudaron a recargar el perfil y permitieron muy buenas condiciones para las siembras adelantadas. Diciembre presentó un pp levemente por encima de la media, lo que acompañó a la floración del cereal. Si bien enero aún no ha terminado, está cerca de la media en cuanto a los perfiles (a los 2 metros) y al 60% de su capacidad de campo (CC). En cuanto al manejo de malezas, plagas y enfermedades: en general se observan lotes limpios, con leve daño de cogollero y presencia de roya en algunos materiales”, explicó el ingeniero agrónomo.

En cuanto a los maíces tardíos, sembrados más allá del 15 de noviembre, se encuentran en VT (panojamiento)/R1 (emergencia de estigmas), con un estado general del cultivo que también es muy bueno. “Como suele ocurrir en esa época, tuvieron mejores temperaturas de suelo en su implantación, lo que llevó a ver lotes más uniformes. A pesar de ser siembras tardías no se ven daños por isocas (cogollero). En cuanto a humedad, los suelos en estos lotes se encuentran al 80% de CC”, amplió Goncalvez.

El único problema que causó el clima fue la aparición de granizo en La Petra. “Se originó en Eleodoro Lobos y llegó hasta La Toma, provocando defoliaciones del 20% al 60%, que conducirán a pérdidas de rinde del 5% al 15% aproximadamente”, lamentó el profesional.

En esta región la soja de primera se encuentra en R3 (vaina de 5 milímetros de longitud en nudo), con un estado general muy bueno, según los parámetros que maneja el asesor. “También sufrieron episodios de granizo muy leves, lo que permite ver algunas hojas ‘deshilachadas’ pero enteras. En cuanto a insectos, ya se ven defoliaciones leves, del 2% al 5%, por presencia del complejo de isocas (medidora, bolillera y anticarsia,) las cuales aún no llegan a umbrales de aplicación. Pasa lo mismo en cuanto a chinches, en monitores se encuentran la chinche verde, de los cuernitos y alquiche”, contó.

En lo que se refiere a malezas, hay lotes afectados con yuyo colorado y rama negra, las cuales por su tamaño son muy difíciles de controlar, el mejor y único control son los herbicida pre emergentes, por lo que ya es tarde para aplicarlos. Por fortuna, no se observa presencia de enfermedades en la oleaginosa.  

En esta zona Goncalvez monitorea unos pocos lotes de trigo, que en la última quincena de diciembre lograron la humedad de cosecha adecuada (ciclo intermedio-corto). “El pequeño temporal de fin de ano no afectó en gran medida la trilla. Los rindes fueron de ‘otra’ zona debido a que hubo lluvias de setiembre a noviembre por encima de la media. Entonces los rendimientos fueron de 30 a 35 quintales por hectárea, con picos de 40”, contó con entusiasmo. 

La Toma y Juan Llerena

Al igual que en la zona analizada anteriormente, aquí también el maíz de primera está en R3, pero el estado general es bueno, una calificación menor que el anterior. “La verdad que no nos podemos quejar, han tolerado la gran demanda ambiental gracias a las reservas del perfil. Estos días de altas temperaturas que estamos viviendo, pondrán a prueba el llenado de grano, lo que puede afectar el rinde si no aparecen las lluvias que están pronosticadas desde el 31 de enero al 2 de febrero”, dijo el asesor agrónomo, que informó que las precipitaciones alcanzaron los 55 milímetros en lo que va de 2017.

El tardío, que está en VT/R1 y con muy buen desarrollo, sufrió un granizo de leve (20%) a severo (70%) en los últimos días. “La gran defoliación abrió el surco, lo que nos obligó a tener que realizar aplicaciones para el control de malezas. El perfil de suelo se encuentra con buena humedad a la fecha,  igual que el maíz de primera”.

El grueso de la soja, que está en transición entre R2 (Floración con uno de los nudos superiores con hojas desarrolladas) a R3 (vaina de 5 milímetros de longitud en nudo), se sembró en noviembre. Las reservas de agua es de buena a muy buena (en lotes con buenos barbechos). “En esta zona se ven lotes muy afectados por rama negra y yuyo colorado. En cuanto a los muestreos, se encuentran defoliaciones menores al 5%  a las que no hay que confundir con daños por granizo. Hay también presencia de isocas (medidora, bolillera, loxostege). En cuanto a chinches, se encuentran bajos umbrales pero en leve aumento de chinche verde, de los cuernitos y alquiche”, analizó. De todas maneras, la soja que sufrió grandes defoliaciones está en franca recuperación.

Justo Daract

El maíz temprano se encuentra en buenas condiciones, pese a que las reservas del perfil están al 50% de CC debido a las altísimas temperaturas de diciembre y enero, mes en el que llovió  65 milímetros. Según Goncalvez, “es la zona con más urgencia de agua. Aquí es donde se encuentra la mayor presión de yuyo colorado y rama negra, con lotes en los que encontramos incluso ruedas de malezas y sin cultivo”.

El tardío, en VT/R1, está muy bueno, levemente menos necesitado de agua que el temprano, pero en período crítico en lo que se refiere a malezas, un problema que crece año a año en todos los campos de San Luis.

La soja, en tanto, va desde R2 a R3 y al igual que en las zonas anteriores el grueso de la siembra se produjo en noviembre. Las reservas de agua son un poco mejores con respecto al maíz, pero es una zona con altísima presión de yuyo colorado: “Tuvimos que realizar hasta tres controles de herbicidas a la fecha (en post emergencia del cultivo), porque en estos campos no tenemos margen de maniobra en cuanto a control de malezas”, aseguró el ingeniero. En cuanto a los muestreos, se encuentran defoliaciones menores al 5%  y presencia de isocas de dos y tres generaciones (medidora, bolillera, loxostege). La chinche también es una amenaza, con umbrales en pleno aumento de una semana a la otra de las variedades verde, de los cuernitos y alquiche.