"Los estereotipos de los científicos quedaron viejos"

Mientras la vida profesional demanda cada vez más dedicación a quienes la ejercen; Tania Tagliaferro, una joven puntana astrónoma de 28 años que además practica pole sport, encuentra tiempo para realizar las dos actividades cotidianamente. Ambas le demandan casi la mitad de lo que dura un día. Actualmente cursa un doctorado en la Comisión Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y es instructora en una academia "Training Shoes" de Córdoba, ciudad donde se instaló luego de terminar el secundario en la Escuela Normal Mixta de la UNSL.

—¿A qué se dedica?

—Vivo en Córdoba, soy licenciada en Astronomía y actualmente estoy haciendo el Doctorado en Astronomía como becaria del Conicet, en "Cúmulos de galaxias", que son agrupaciones de miles de galaxias que tienen propiedades astrofísicas con propiedades interesantes para estudiar.

—¿Cómo fue que decidió estudiar ciencias del espacio?

—Cuando terminé el secundario hice un curso en La Punta, para maestros una capacitación en Astronomía y la aproveché porque estaba en el último año del secundario, como no hay muchas capacitaciones sobre el tema, entonces aproveché esa oportunidad para saber si realmente me llamaba la atención ese campo científico y la verdad que fue así. Desde chica me gustó y al crecer me fascinó la Matemática y la Física, por eso terminé estudiando Astronomía. Me recibí en siete años pero son cinco.

—¿En qué consiste la disciplina deportiva que practica?

—Lo que hago no es baile, en realidad es una disciplina semejante a la gimnasia deportiva. El pole style es considerado un deporte competitivo, que tiene su parte de dance, pero es una disciplina más bien acrobática. Soy instructora, comencé a dar clases cuando estaba en cuarto año de la facultad, si bien no me hizo falta seguir dándolas lo hice por una cuestión de gusto porque tenía mi grupo de alumnos y disfruto mucho hacerlo. Es en una academia, "Training Shoes", tengo en promedio quince alumnos todos de edades de universitarios, de 18 a 30 años.

—¿Cómo es su rutina?

—Al ser becaria tengo un horario laboral como cualquier trabajo y cuando salgo, me voy a entrenar o a dar clases, que como mucho me demandan entre dos y tres horas semanales. También compito a nivel nacional, en dos semanas tengo una competencia en Buenos Aires.

—De alguna manera representa la ruptura del estereotipo del científico...

—Creo que los estereotipos de la gente que hace ciencia quedaron viejos porque la mayoría de mis colegas tienen algún tipo de actividad, quizá no tan específica pero tengo muchos compañeros que son músicos o deportistas. Eso indica que se han diversificado bastante las actividades de los científicos, lo que hizo que se rompa un poco con la vieja concepción de gente encerrada en un laboratorio.

—¿Se sorprenden sus colegas cuando conocen las  actividades que realiza?

—Les llama la atención pero tampoco les sorprende por esto de que ya quedó un poco atrás la vieja concepción del científico. Sí les sorprende el tiempo de dedicación, porque muchos tienen actividades pero más por hobby, en cambio yo me dedico profesionalmente al deporte.

—¿Cuántas horas dedica a la ciencia y al deporte?

—Trabajo unas siete horas diarias y dos o tres horas al deporte, dependiendo cuán cansada esté. En promedio, mi rutina es de unas diez horas por jornada, me demanda mucho tiempo.

—¿Tiene un régimen alimenticio en particular?

—Tengo un buen descanso y trato de que la alimentación sea sana, con una dieta rica en proteínas, evitando las harinas refinadas.

—Una de las últimas actividades científicas en las que participó fue con una charla en la UNSL. ¿Sobre qué tema habló?

—Trató un poco sobre lo que estoy trabajando, cúmulos de galaxia. En realidad adapté una charla que fue para todo público, la armé como para unos treinta colegas, centrada en los entes gravitacionales que sería como un efecto que ocurre en el espacio y que fue previsto por la teoría de la relatividad. También hablé cómo se ven en las imágenes astronómicas, cómo se puede trabajar ese tipo de información.

—¿Qué proyectos tiene en lo deportivo y en lo científico?

—Siempre la idea es crecer en todo aspecto. En lo deportivo, tengo metas a corto plazo, mejorar para llegar a otro nivel de competencia en el ámbito regional, en otros países. También quiero seguir dando clases y también me gustaría tener una academia propia. En lo científico quiero doctorarme, actualmente estoy en tercer año y me quedan dos años y medio más. Luego de obtener el título, la idea sería hacer un posdoctorado para ingresar como investigadora del Conicet.