Pintan un mural por la próxima beatificación de la Madre Catalina

El jueves el Instituto San Luis Gonzaga estaba repleto de colores. Eran las 9 de la mañana y ya se podía observar a los alumnos de los distintos niveles haciendo fila para dejar su huella en el mural que hicieron en conjunto con Mario Lange. La imagen principal era la de la Madre Catalina, fundadora de la institución y que este 25 de noviembre será beatificada en Córdoba. 

Se abrió la puerta. La directora del instituto estaba en el lugar. De fondo en el patio se podían observar algunos alumnos que iban apurados para continuar con sus clases, otros sin embargo estaban sentados mirando con atención lo que hacían en la pared. Había tachos de pintura de todos los colores que estaban arriba de un nylon para que no quedara ninguna mancha en el piso.

Ahí estaba Beatriz Saad representante legal del instituto, quien con una sonrisa contó cuál era el motivo por el cual todos estaban revolucionados. “La Madre Catalina fue la fundadora de nuestra institución. Estamos viviendo con alegría esta beatificación, que será el 25 de noviembre en Córdoba”, dijo Saad y agregó: “Tanto padres, docentes y alumnos estamos esperando este excepcional momento”.

Todo estaba preparado para vivir una verdadera fiesta, en donde la creatividad y la alegría era lo que sobraba. “Hoy tenemos la suerte de poder contar con la visita de Mario Lange, quien ha venido a dejar plasmada su impronta”, expresó la representante legal del colegio.

Entre pinceladas y dibujos fueron pasando cada uno de los estudiantes, ninguno quería perderse la posibilidad de dejar su huella. Estaban organizados y cada curso tenía su horario para participar. Así fue que durante toda la mañana desde los más chicos de la primaria hasta el secundario pasaron y dejaron su trazo.

Sonó el timbre, señal de que era la hora del recreo, algunos saltaban y otros corrían. “Éste es el clima que vivimos hoy. Los alumnos están entusiasmados, les encantó la idea de poder ser parte de esta iniciativa”, manifestó Saad.

Lucrecia Montaro, una alumna de sexto año, vestía el buzo de su promoción. Se mostraba contenta y orgullosa de lo que estaba sucediendo. “Recibir esta noticia fue muy bueno tanto para nosotras como para el resto de las familias. Este año vamos a ir Córdoba para celebrar la beatificación”, dijo con alegría y también comentó que hicieron un gran esfuerzo para juntar el dinero para realizar el viaje. “Desde principio de año que nos estamos organizando. Estamos ansiosas y queremos que llegue ese día”, afirmó.

Mario Lange, rodeado de pinceles y tachos estaba concentrado en cada trazo que hacía. Los colores sobresalían. El mural ya llegaba a su fin, sólo le faltaban algunos detalles.  Lucrecia se acercó y miró con detenimiento, luego explicó: “En la imagen se puede ver a la Madre Catalina que está acompañada por dos niños, que representan a los alumnos. Estos están rodeados por sierras y casas que significa que todos estamos unidos como comunidad gracias a nuestra madre. El diseño que hizo Mario superó ampliamente nuestras expectativas”, sostuvo.

Con sus característicos pantalones manchados por estar en contacto con las pinturas, Lange le daba indicaciones a los alumnos que querían colorear. “Con el programa Pinta bien, Pinta San Luis recorremos distintas instituciones de la provincia”, explicó Lange, mientras que en su mano sostenía un pincel y no dejaba de observar lo que hacían los chicos.

“Todo mi arte es colectivo. Pinto con más de 30 mil chicos al año. Yo me encargo de diseñar con ellos y cada uno va pintando aunque sea un pedacito de la obra. Queremos que cada uno interactué con el arte”, concluyó.

Paso a paso de la beatificación

Con el correr de los meses, la ansiedad iba creciendo, sabían que la noticia que tanto esperaban en algún momento iba a llegar. “La espera valió la pena. En enero tuvimos la primera confirmación por parte de la junta de teólogos y en julio llego la ratificación de la beatificación con la firma del decreto por la cual se la confirma beata”, aseguró Saad y detalló cómo fue el momento en el que se enteraron: “El día que recibimos la noticia convocamos a todos los alumnos al patio. Hicimos un ruido enorme. Los chicos de la promoción de sexto año alentaban al resto para agradecer, cantar y decir juntos: ¡Viva Madre Catalina!. El tener un santo es algo que nos alienta cada vez a ser mejores”, concluyó.