SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

SAN LUIS - Sabado 28 de Junio de 2025

EN VIVO

Tecnología para el monitoreo de aguas vertidas

Por redacción
| 26 de febrero de 2017
Ingenios azucareros tucumanos. Se trata de una producción delicada que requiere de controles permanentes. Fotos: Gentileza.

Funcionarios del Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción visitaron en Tucumán un sistema modelo de monitoreo de aguas de uso productivo, que funciona en tiempo real. San Luis ya realiza esta clase de tareas, pero la información no está automatizada como ocurre en la industria azucarera de la provincia norteña. Por eso, con las conclusiones que sacaron del viaje, para abril prepararán un sistema informático interno para recabar datos y en el transcurso de 2017 harán la conexión a internet para comenzar a recibir información de forma permanente. La idea es que el sistema pueda ser usado, entre otros establecimientos, en los feedlots que hacen engorde intensivo.

 


Hay otro proyecto que ya está más avanzado. Se trata del tratamiento de aguas que provienen de efluentes cloacales para riego de zonas forestadas. También pueden usarse para brindarle agua a los cultivos, aunque los especialistas son más cautelosos en estos casos, ya que requieren de una purificación más minuciosa por tratarse de producciones que luego serán destinadas para consumo humano.

 


“En Tucumán lo que tienen son sistemas tecnológicos para medir los distintos parámetros del agua en buen estado, un proceso que además cuenta con información en tiempo real a través del uso de internet. También tienen la posibilidad de generar muestras automáticas que se almacenan en un display, datos que luego se envían a la estación de monitoreo de la Secretaría de Medio Ambiente de esa provincia. Ésa es la novedad que fuimos a conocer para ver la posibilidad de aplicar algo similar en San Luis”, le contó la jefa del Programa Gestión y Fiscalización Ambiental, Industrial y Minero, Eliana Giorda, a la revista El Campo.

 


Los desarrollos en materia de conectividad que se hacen en San Luis permiten que cualquier aplicación de este tipo sea posible. El Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción conoce las bondades tecnológicas con las que cuenta, por eso un equipo viajó al norte a ver las innovaciones que existen para medir el nivel de contaminación del agua con la mayor precisión posible. “Vamos a comenzar con una aplicación interna que funcionará como prueba piloto de lo que haremos más adelante. En ese sistema vamos a poder cargar todas los monitoreos que se hagan en la provincia para poder sistematizarlos y hasta hacer gráficos que aporten informes estadísticos de lo relevado. También aquellas industrias que ya cuenten con información sobre sus aguas residuales podrán compartir la información en dicho sistema, lo que permitirá entrecruzar datos”, agregó la funcionaria.

 


La idea que persiguen es la de firmar un convenio de conversión industrial entre el Estado provincial y los privados, acciones importantes no podrán eludirse porque aportan compromiso. Allí se deberá dejar por escrito la obligación de que por un período de tiempo las empresas incorporarán la tecnología necesaria que ayude a aumentar los controles en materia hídrica.

 


La jefa de áreas de Fiscalización Ambiental, Gabriela Romero, aseguró que las tareas de control deben hacerse, entre otros objetivos, para la prevención del desequilibrio hídrico. “El sistema y los controles pueden ser aplicados a cualquier actividad productiva o industrial que genere vertidos o efluentes que se incorporen en el ambiente. Por ejemplo fluidos que tengan su desembocadura en ríos, algo que en San Luis sucede”, dijo, al tiempo que aclaró que muchas veces en el caso del cromo o el arsénico puede existir en el agua en cantidades mínimas que luego la naturaleza, a través de las lluvias, aporta y que no son contaminantes.

 


Ante la consulta de cuáles serán las bondades de realizar controles con nuevas tecnologías, Giorda aclaró: “Entre los beneficios que pueden reconocerse están la informatización y el monitoreo permanente sin tener que dirigirse al lugar, tomar muestras y esperar los resultados de un laboratorio.  Otro punto a destacar es la prevención. Las industrias, al detectar que sus valores están por encima de lo permitido por la norma, pueden revertir esa realidad. Así evitan sanciones por parte del Estado y la contaminación de uno o muchos cauces de agua. Además del contacto directo con los entes que regulan que el agua esté en óptimas condiciones”.

 


La idea es perfeccionarse y poder alcanzar la información necesaria en el momento preciso. Por eso la provincia en la actualidad hace tareas de control. “Son de dos tipos. El primero consiste en solicitar un permiso de vertido, tal es el caso de las plantas de efluentes cloacales que eliminan líquidos al río. En el caso de los feedlots también se pide y se le suman algunos requisitos más porque desechan residuos muy tóxicos. Cada cuatro años deben hacer un estudio de impacto ambiental con el análisis que hayan hecho y un informe bien completo que diga cómo controlarán las aguas vertidas “, aseguró la funcionaria puntana.

 


“En el caso de los campos productivos, no es que el vertido lo hagan ellos, sino que las lluvias hacen que se formen canales naturales que desembocan en un afluente. La cantidad y la magnitud de agua que correrá hacia abajo deben ser evaluadas en el estudio de impacto ambiental. En esos casos lo que se pide es el análisis de esas desembocaduras”, aclaró, y explicó que las pendientes de los campos deben ser entre 2 y 4 por ciento, y en lo posible que el agua no esté direccionada a otro cuerpo de agua aunque a veces resulta inevitable, lo que puede paliarse con la generación de lagunas de oxidación.

 


Generalmente los establecimientos que requieren de esos cuidados pertenecen a los productores que hacen engorde a corral. “En esa clase de producciones el impacto sobre los fluidos es mayor. En el resto de las actividades agropecuarias el vertido es disperso; es decir no todo escurre para  el mismo lado. Otros impactos sobre la calidad del agua que tenemos en cuenta son aquéllos que se dan en el suelo, principalmente por el uso excesivo de nitrógeno, lo que afecta a las napas subterráneas”, aclaró Giorda, quien junto a su equipo de trabajo fiscaliza que las aguas de la provincia mantengan sus valores normales.

 


“También se hacen monitoreos de rutina en los distintos cuerpos de agua de San Luis. Todos los años, en puntos fijos determinados previamente, se toman muestras para controlar que todo esté dentro de los parámetros normales”, dijo con la certeza de que las aguas puntanas están a resguardo de posibles accidentes y de ser contaminadas.

 


San Luis demoró en someterse a la Ley Nacional que fue promulgada en 2002, sin embargo es pionera en los trabajos de impacto ambiental y asistencia constante sobre los ríos y desembocaduras de toda la provincia. “En 2010, cuando la norma comenzó a tener vigencia, muchos establecimientos de engorde comenzaron a presentar sus proyectos de manejo para proteger el medio ambiente. En 2013, cuando ya se hizo efectiva la ley, se empezó a establecer en todo el territorio la presentación de los análisis”, agregó la técnica.

 


Agua reciclada

 


"Para hacer la reutilización de aguas es necesaria toda una estructura. Generalmente es posible hacerla con la ayuda de privados que reciclan el agua para riego en forestaciones y en cultivos que no sean para consumo humano”, sostuvo Giorda. Aclaró que usar el agua que proviene de efluentes cloacales para producciones que luego se utilizarán para alimento de personas puede hacerse, pero que necesitará otros procesos para bajar los niveles de bacterias que están presentes en la materia fecal. “Los coliformes son las bacterias que pueden encontrarse en los residuos cloacales. En el caso de tratarse de agua para beber, la norma indica no debe tener presencia de bacterias. En cambio, para el agua que se reutilizará para riego puede alcanzar hasta 2.000 unidades de coliforme sin que haya problema o riesgo para la salud humana”.

 


La Municipalidad de Juana Koslay tiene desde 2015 un proyecto que podría llamarse ejemplar en cuanto a la innovación en esa clase de prácticas. La jefa del Programa de Medio Ambiente, Mercedes Crespo, contó a la revista El Campo detalles del proyecto. “En la planta de tratamiento de efluentes cloacales de Donovan existen seis piletas de oxidación que una vez que el agua está depurada pasa por un canal de derivación a una plantación de algarrobos que inauguramos el año pasado”.

 


Crespo informó que el plan tiene varios puntos a tener en cuenta. “No sólo reutilizamos el agua a través de los procesos de purificación, sino que le damos un uso productivo. A futuro queremos que esos algarrobos sirvan para la producción de madera. A partir de allí poder generar cooperativas entre los vecinos, que hagan tareas de reforestación para que funcione como una fuente de trabajo”.

 


La jefa de Fiscalización Ambiental, Gabriela Romero, dio detalles de cómo funcionan los procesos de purificación de fluidos, ya sea porque deba ser vertida o para su reutilización. “Todas las aguas residuales deben tener un tratamiento para que cuando sean vertidas donde la autoridad de aplicación lo autorice, no sean contaminantes. Es decir, la idea que la aguas ingresen a los reservorios con las condiciones que explicita la norma. En San Luis, en general, no estamos reciclando el agua. El establecimiento La Primavera, ubicado sobre la ruta 7, hace años que tiene piletas de oxidación en las que procesa el fluido que usa para riego de pasturas que luego se usan para el engorde de ganado”.

 


Un viaje al futuro

 


A mediados de febrero las funcionarias encargadas del control de aguas que pertenecen al Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción viajaron al Centro de Interpretación y Monitoreo Ambiental (CIMA) de Tucumán.

 

La provincia del norte es pionera en la tecnología de información en tiempo real, por eso las profesionales sintieron la inquietud de ir para conocer el nivel de aplicación que existía en San Luis. “Aquí tenemos el problema de la disparidad en el llenado de los ríos. Esto es a causa de la estacionalidad de las lluvias, que sólo caen de octubre a marzo. Para el buen estado de los aparatos y la conservación es necesario que estén permanentemente sumergidos. Por ese motivo, en San Luis debemos encontrar una solución para alcanzar el monitoreo permanente”, aseguró Romero, quien además destacó que ya están trabajando en las alternativas y en saber si existen tecnologías que aún no conocen para casos de este tipo. 

 

LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo