Francia no tiene respiro. Las fuerzas de seguridad mataron, este sábado, a un hombre que intentó quitarle el arma a una soldado en el aeropuerto parisino de Orly. Por el pánico, miles de pasajeros que se quedaron sin viajar. El país está desde hace más de dos años bajo amenaza terrorista y en estado de emergencia.
El hombre abatido, un francés de 39 años identificado como Ziyed Ben Belgacem, tiene antecedentes por tráfico de drogas, robos y una radicalización en la cárcel hacia el jihadismo.
Ben Belgacem trató de quitarle el fusil de asalto de una militar, que patrullaba junto a otros dos soldados, en el primer piso de la terminal sur del aeropuerto parisino.
"La agarraba por el cuello y amenazaba a los otros dos militares con el fusil de la mujer, que intentaba arrancárselo”, contó un testigo. Entonces, los dos compañeros de la militar "abrieron fuego para protegerla y para proteger a todo el público", declaró el ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian.
Una hora y media antes, durante un control de ruta al norte de París, el mismo hombre disparó a unos policías con una pistola, hiriendo levemente a uno de ellos en la cabeza. Y poco después robó un coche a unos 30 kilómetros al sur de la capital, antes de dirigirse al aeropuerto.
La policía puso a su padre y a su hermano en detención preventiva, y registró su domicilio de Garges-lés-Gonesse, al norte de la capital, según las autoridades.
En Orly, donde el tráfico aéreo quedó totalmente interrumpido por la mañana y casi 3.000 personas fueron evacuadas, el ataque generó escenas de pánico y confusión, aunque nadie resultó herido.
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