Teresa del Carmen Benítez murió por asfixia, según un estudio forense. Pero ese dato no les es suficiente a los investigadores para asegurar que la anciana fue víctima de un asesinato. No les basta porque las circunstancias en las que fue hallado su cadáver, en su casa del barrio La Rioja de Villa Mercedes, pueden también encajar en otro posible cuadro: el de un suicidio. Por eso, en un intento por establecer qué pudo pasarle a la anciana, la Policía trata de determinar qué hizo las 24 horas previas a su muerte.
Los investigadores hablaron con la mayoría de los vecinos de la mujer de 84 años. Algunos refirieron haberla visto el domingo y otros, el lunes, indicó un informante. También interrogaron a los familiares de la jubilada. Si bien aún les resta hablar con otros parientes, porque muchos residen en el norte de la provincia, no fueron muy significativos los datos que la familia pudo aportarles.
Teresa tenía dos hijos. La hija vive en Buenos Aires, pero apenas le informaron que su madre había muerto viajó a San Luis. Si bien el hijo que reside en Villa Mercedes era el que parecía mantener mayor contacto con ella, no fueron demasiados los datos que pudo aportar sobre la rutina que llevaba la jubilada. Pues, aunque se hablaban por teléfono y él la visitaba de vez en cuando, el contacto no era permanente, dijo el oficial principal Germán Gómez, jefe de Homicidios.
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