Habían pasado cuatro horas del logro más importante de su carrera y Leandro Paris le contó a El Diario lo que sentía, “No puedo describir cómo me siento. Estoy agradecido con Dios por esto. No lo esperaba, estoy anonadado. Me siento tan feliz, son tantas emociones”.
Sin verlo, se podía describir ese rostro con una sonrisa que durará varios días. Es que tal como dijo una y otra vez, “fue uno de los mejores días” de su vida. Paris acababa de lograr el Campeonato Sudamericano en su especialidad, los 800 metros llanos. Y como si esto fuera poco, sacó pasaje al Mundial de Atletismo Londres 2017. “No lo esperaba y lo logré. Es un sueño hecho realidad”, agregó.
El camino a la gloria
Todo pasó como un flash. Paris se paró en el andarivel Nº2 y a las 15:10 (hora argentina) escuchó el disparo de largada. Quién mejor que él para contar ese minuto, cuarenta y nueve segundos que duró una carrera que nunca olvidará. “Me sentí muy suelto y fuerte. Fue bien táctica. Pude mantenerme firme en todo momento por más encerrado que estuviera. Siempre con garra para poder rematar en el final”, explicó.
Paris pasó los 400 metros metido en el medio del pelotón. El volcanero esperaba su momento, igual que un delantero dentro del área chica. Una le iba a quedar y debía aprovecharlo. “Yo me preguntaba cuándo iban a apretar, pero no pasó. Les vi la cara, vi que no podían más y me dije, 'éste es mi momento'. Así que corrí como nunca. En los últimos cincuenta metros me sentía muy fuerte y lo rematé con todo", describió.
Cruzó la meta, recibió la felicitación de sus rivales y hasta alguna lágrima de emoción cayó por su mejilla. “En ese momento no pensé en nada. Solo lo disfruté. Después se me vino a la mente mi familia: mis viejos, mis hermanos, mi novia. Tengo ganas de compartir esto con ellos ya. Comer un asado, festejarlo”.


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