Oscar de la Hoya pisó suelo puntano. El ex campeón olímpico en Barcelona 1992 y dueño de diez títulos mundiales en seis categorías distintas, vino a presentar la pelea de su primo Diego, que será fondista mañana en el gran festival de La Pedrera. Fue en el Hotel Internacional Potrero de los Funes.
Mantiene la elegancia que tenía cuando caminaba el ring. Camisa azul, saco gris y pantalón de jeam. Siempre con una sonrisa a flor de piel, saludó a todos. Cuando boxeaba tenía la habilidad para esquivar los golpes, ahora se caracteriza por contestar todo. Frontal, como cuando salía a escena y buscaba ganar el centro del cuadrilátero.
"Tienen una hermosa provincia. El lugar, la gente, me hace acordar a Tecate, el lugar donde nació mi abuelita. Son cordiales. Amables. Me siento como en casa", dijo.
No se olvida de sus orígenes. El se crió en el este de los Ángeles. Desde chico abrazó el boxeo, tuvo grandes entrenadores, pero él sabe que la primera escuela fue en su casa. Sus papás le inculcaron la disciplina, el respeto. "Es bueno que los chicos puedan complementar el estudio con algún deporte, sea boxeo o cualquier otro, lo importante es que hagan algo, pero sin descuidar sus estudios", aseveró.
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