Artistas de todo el país convirtieron a Tilisarao en un gran Atelier para construir diez esculturas a partir de chatarra. La consigna es representar la flora y la fauna silvestre local utilizando autopartes, herramientas en desuso y otros objetos de metal reciclado. La meta es quedar entre los seis elegidos para decorar el primer parque de Xeripaisajismo de la provincia. Hoy a la tarde el jurado dará su veredicto, aunque no lo tendrá fácil ya que los creadores le pusieron mucha pasión e ingenio a las obras. El premio mayor es de 50 mil pesos.
Cada pieza es realizada por un escultor y su ayudante, suman en total veinte artistas que le otorgan vida a la hojalata. Algunos eligieron simbolizar a la fauna a través de un puma, una liebre, un ciervo, una vizcacha o aves.
Carina Fabaro es riojana, sus trabajos se extienden por Brasil, México y España. Comentó que en esta oportunidad eligió fabricar un ñandú como figura autóctona de la zona y que la obra mide cerca de tres metros. "Es muy interesante que la gente del pueblo vea el proceso que lleva realizar una escultura, ya que contribuye en su valoración y conservación", opinó.
Christian Alvaredo llegó desde Chaco. A partir del lunes no le dio respiro a la amoladora, la sierra o la máquina de soldar. Aseguró que trabaja por primera vez con chatarra, pero eso no le impidió expresarse. Eligió a la liebre como musa inspiradora, para su obra de 4,30 metros.
"Queda poco tiempo y es adrenalina pura, hay que terminar la obra sí o sí", expresó ansioso.
Sus obras se exhiben en Rusia, Dinamarca y España. Dijo que no siente competencia, sino que vive el encuentro como si fuera una reunión de amigos que comparten una pasión.
"Lo primordial es dejar una buena obra en el pueblo, poner lo mejor de uno, todo el conocimiento y la experiencia para embellecer el lugar", manifestó y añadió que está muy sorprendido del impulso que le da el gobierno provincial al arte, algo que es muy difícil de lograr en otros lugares.
Jeremías Salgado eligió al cardenal amarillo como protagonista de su obra. Dijo que la idea es mostrar un detalle del paisaje y también resaltar a la especie que está en riesgo, ya que en los últimos años ha sufrido el abuso de los pesticidas y el desmonte.
"Es como hacer zoom en una escena pintoresca y cotidiana, que si no se protege puede desaparecer", explicó.
Un árbol con pajaritos y una vizcacha forman parte de la escena autóctona que forjó Jacinto Muñoz, un artista cordobés que utilizó la parte trasera de un volcador, la puerta de un auto viejo, un guardabarros, un tanque de nafta, caños y chapas para armar la escultura. Contó que fue tomando forma en su mente a medida que encontraban y elegían los materiales. "Estamos en un 70%, hay que meterle para llegar a pintarla hoy", afirmó entusiasmado.
"Es fascinante ver la transformación de los materiales, lo que para uno parece no tener valor, ellos lo convierten en arte", expresó César González, del área Cultura de Tilisarao.


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