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Declaró el hombre que halló el cadáver del anciano asesinado

Dijo que se acercó a la camioneta por cómo estaba estacionada, a la vera de la ruta 55. Allí estaba el cuerpo.

Por redacción
| 23 de enero de 2018
Hallazgo. El cuerpo de la víctima de 72 años estaba en la cabina de la S10 que solía conducir. Foto: Unidad Regional II.

Javier Villa conocía de vista a César Crispín Etchart. Lo había cruzado en alguna ocasión en las calles de Arizona, y también sabía que era el encargado de un campo en las afueras del pueblo. No tenía trato con él, pero el domingo de la semana pasada, cuando pasó frente a la estancia de la que el anciano era responsable y vio la camioneta en la que solía andar, mal estacionada a la vera de la ruta provincial 55, sintió desde su interior que algo le había pasado. Pasó dos veces por allí. La primera vez no le llamó la atención cómo estaba el vehículo. Creyó que el hombre trabajaba en la zona, como lo hacía a diario. Pero la segunda vez intuyó que algo no estaba bien. La Chevrolet S10, color plata, seguía donde la había visto, en el kilómetro 590. En diagonal a la ruta, con la trompa metida en un pastizal. Quizás Etchart necesitaba una mano, pensó, y se arrimó. A Villa le tomó unos segundos reconocer que quien estaba en el vehículo era su conocido de Arizona. Su cadáver estaba boca abajo, con los pies sobre el asiento del acompañante, atado de manos y con una bolsa de residuos negra en la cabeza. 

 

Eso declaró ayer ante el juez instructor Leandro Estrada, en Villa Mercedes. El testigo de 43 años contó que la última vez que vio con vida a la víctima había sido el jueves 11. Lo había cruzado en las calles del pueblo.

 

Relató que el domingo en cuestión debía viajar a la localidad pampeana de Victorica. Eran como las siete y media de la mañana. “Yo venía por la ruta provincial cuando veo la camioneta mal estacionada”, relató. La reconoció de inmediato. Era la S10 en la que solía andar el empleado rural. Estaba como cruzada sobre la banquina oeste, a unos dos mil metros de la casa donde el anciano vivía, en la estancia “Villa Luján”, y a unos quince kilómetros de Victorica. 

 

“Me llamó la atención, pero no me paré”, dijo. Tampoco le avisó a nadie. Siguió hasta la estación de servicio más cercana. Cargó combustible y regresó. En el camino, pensó que si la camioneta de Etchart seguía donde la había visto se frenaría a preguntarle si necesitaba una mano. “Pasé por ahí como a las ocho y media, nueve de la mañana”, estimó. 

 

Villa se asomó a la chata y vio a Etchart. “Lo reconocí por la ropa…”, recordó. El cuerpo del hombre de 72 años estaba, lo que en criminalística llaman, en posición geno pectoral descendente, sobre el asiento del acompañante, de la Chevrolet de cabina simple. La cabeza y el torso del anciano estaban debajo del torpedo. Las piernas estaban sobre el asiento, juntas. 

 

Una bolsa negra, con la inscripción del municipio de una provincia limítrofe, le tapaba la cabeza y le llegaba hasta los hombros. Tenía un costado de la camisa manchado con sangre. “Me subí a mi camioneta y me fui a Arizona”, contó. Condujo hasta la Comisaría 43ª y avisó que había encontrado un cadáver. 

 

 

Alguien difícil de tratar

 

En los minutos que a Villa le tomó llegar al pueblo y avisar a las policías, otro hombre, conocido de la víctima, se allegó a la camioneta. Él también declaró ante el juez. 

 

El testigo de 62 años es dueño de dos campos que colindan con “Villa Luján”, y de ahí conocía a la víctima. Relató que la mañana del hallazgo él iba de un campo a otro, de sur a norte por la 55. “Cuando pasé, vi la camioneta. Estaba como de punta, y me bajé”, recordó. 

 

Se acercó a la cabina. Dijo que no pudo ver la cabeza de la persona, que estaba en el piso del vehículo, pero supuso que se trataba de Etchart, porque “era un hombre chiquito”. 

 

Comentó que con el administrador rural tenían trato de buenos vecinos. Si un animal se cruzaba a su terreno se lo devolvía y viceversa. Pero, en realidad, el anciano no era una persona fácil de llevar. “Parecía peleado con la vida. En honor a la verdad, no creo que él haya tenido buen trato ni con él mismo”, expresó.

 

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