El Conservatorio Beethoven, en la peatonal villamercedina
El repertorio clásico de un conservatorio mercedino sorprendió a varios transeúntes desprevenidos.
Salir a la calle con la música es una estrategia que siempre funciona para atraer al público. Y si el repertorio es música clásica en época navideña por espacios del centro comercial villamercedino, los transeúntes lo disfrutaron más por la sorpresa que eso genera. El “Concierto de cierre de año” del Conservatorio Beethoven tuvo a algunos alumnos y profesores en la ejecución de varios instrumentos y en la formación de un espectáculo de buen nivel.
“Pedimos permiso para cortar la calle y hacer el show que queríamos”, explicó el profesor Agustín Mercau, responsable del conservatorio. La del sábado fue la segunda vez que la institución intervino con canciones al aire libre, una modalidad se estrenó en 2016. “Aprovechamos que en diciembre está la época de las grandes compras y salimos a tocar”, agregó el director. El show comenzó a las 18 y terminó pasadas las 20, tras una decena de alumnos y dos profesores que pasaron por los instrumentos.
Mercau dijo que le encantaría hacer este tipo de conciertos muchas veces al año, "pero no siempre se puede”. A pesar de movilizar dos pianos grandes y realizar tareas muy pesadas para la organización, el profesor dijo estar contento por la respuesta de la gente. “Los vecinos y los comerciantes quedaron felices y me pidieron que lo repitamos”.
Agustín se desempeña en el conservatorio desde 2010, en una posición que heredó de su abuela, Beba Achiari de Mercau, quien empezó con la tarea hace 70 años. El Conservatorio Beethoven, sito en Pedernera 491, tiene más de 100 años de actividad.
Recibido en el Conservatorio Beethoven de Buenos Aires, Mercau pasó por varias instituciones musicales, a nivel nacional y provincial. Desde que ingresó a la academia villamercedina, hay alumnos que tienen la misma antigüedad que él.
“En la institución empiezan a tomar clases desde los 7 años y no hay edad límite, hay gente de 70 años que quiere aprender música y nosotros los recibimos gustosos”, agregó el directivo, quien en estas vacaciones transitará un buen momento para descansar de un año con mucha actividad. Además del Conservatorio Beethoven, el joven dicta clases en Casa de la Música y en horario matutino es profesor en la escuela "Nuestra Señora del Carmen".
Mercau, que tiene todo el día ocupado por la música, no siente eso como una carga. “En los últimos años empecé a sentir la respuesta del alumno y es muy satisfactorio cuando crecen y tocan bien, ya no me concentro en lo que tienen tocar sino en cómo lo tocan, ahí cambia totalmente mi visión de la docencia y de la música”, explicó Agustín.
En ese momento, el profesor siente que el suyo para a ser otro tipo de trabajo. “Nos concentramos en producir para que suene bien. No me preocupo por la manera de tocar sino porque suenen como deberían sonar, con la transmisión de pensamiento, porque la música es un arte y el arte se trata de eso, ni más ni menos”, expresó el arreglador, compositor y multiinstrumentista, que además de clases de piano dicta enseñanza de guitarra y bajo.
"Mi viejo", una de sus creaciones fue interpretada en la intervención, aunque hubo una aclaración.
“A mis obras las toco solamente en los espectáculos propios”, precisó sobre el tema dedicado a su padre, fallecido hace dos años. “En la casa donde la grabé fue donde él se crió”, resaltó.
El sábado los músicos hicieron esa obra y “Verano porteño”, de Astor Piazzolla. Mercau contó que no hizo “Adiós, Nonino”, precisamente dedicada por Astor a su padre, porque no quiso repetir la idea de la despedida paternal y porque además la habían tocado en la presentación anterior. “Algunos me la pedían”, dijo el pianista, ruborizado.
“Podía ver la emoción en las caras”, reveló Mercau ante las sensaciones externas en esa tarde villamercedina. La sorpresa de los transeúntes fue innegable y los aplausos fueron la recompensa necesaria.
“La repercusión que tuvo el concierto fue muy buena, todos quedaron sorprendidos con los alumnos”, dijo el profesor, quien destacó la interpretación de una de las alumnas; Nadina, quien hizo “Claro de luna” de Ludwig van Beethoven, el patriarca de la institución y consiguió que se apreciaran muchas caras emocionadas. “Fue por la manera que tocaba, es muy expresiva”, resaltó el docente.


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