Las mujeres en el deporte: campeonas a pesar de todo

Son campeonas a pesar de todo. Las mujeres como en casi todos campos pelean por la equidad y el deporte no es la excepción. Muchas han emprendido una carrera repleta de vallas, que deben sortear y lo hacen con precisión, con capacidad, perseverancia y en contra de todos los pronósticos.

Los protagonistas: entrenadores, dirigentes y deportistas sostienen que hay diferencias, algunos comportamientos machistas, pero que en rasgos generales, en San Luis hay cierta equidad en el trato y en las oportunidades. Aseguran que muchas de las diferencias se deben a la dinámica misma de las instituciones y no tanto a los comportamientos sexistas.

Afirman también que los problemas que suelen dar como celos deportivos, trampas, envidias o falta de apoyo, actitudes que según cuentan no evidencian géneros.

De todas formas hay algunas conductas a nivel global que despiertan preocupación y que están expuestas en informes, análisis y reclamos por parte de agrupaciones que abogan por la igualdad.

Algunas mujeres sufren burlas por elegir deportes que en teoría son reservados para los hombres como por ejemplo, el rugby, el fútbol o el boxeo. Términos como “marimacho” suelen ser los que recurrentes y en muchos casos se abren bromas (muy pesadas) respecto de su sexualidad.

Uno de los elementos que se debate a nivel mundial tiene que ver con el reparto de los premios en donde las mujeres suelen obtener sumas mucho menores que los varones por competencia similares.

De forma global se reclama porque las mujeres tienen poco presencia en las federaciones, es de decir que hay pocas presidentas. También se pone en relevancia que los seleccionados integrados por mujeres suelen tener técnicos hombres.

Pero aparecen dos aspectos que más críticas recogen: la exposición de la mujer como un objeto que “adorna” los espectáculos deportivos, que tiene como escenario macabro al automovilismo, el boxeo y algunos partidos de fútbol y el laxo o sexista tratamiento que dan los medios de comunicación a las noticias que tienen que ver con los logros deportivos.

En San Luis, estos aspectos se cuelan pero en menor medida. Los protagonistas dan cuenta de ello.

La presidente de la Federación Sanluiseña de Deportes Acuáticos (Fesda), Fanny Salazar, es una de las pocas mujeres que tiene a cargo plenamente la dirección de una entidad que agrupa clubes. Sobre cómo tomaron sus pares y sobre todo los hombres que una mujer estuviera al frente dijo: "Hubo alguna resistencia, pero son las que enfrenta cualquier persona que emprende algo".

Salazar se "puso al hombro" la creación y consolidación de esta federación porque necesitaba que su hijo y muchos otros deportistas tuvieran una entidad que los respalde y les permita competir fuera de la provincia y que pudieran hacerlo a nivel federado. 

Dice que por momentos suele notar que para preguntar sobre resultados u opiniones recurren a varones como si fuesen una palabra más autorizada que la de ella y que en esto puede notar un dejo de sexismo.

Ella no practicó nunca natación, es más, ni siquiera sabe nadar pero esto no fue un impedimento para que lograra lo que se propuso y ahora se siente en la mesa chica de la Confederación Argentina de Deportes Acuáticos (Cadda). 

La dirigente decidió, emprendió y concretó. Además mantiene con perseverancia y mucho esfuerzo una meta que se propuso en 2009.

Justamente, las actitudes que se desnudan tras las acciones de Salazar son las que pondera Pedro Nadal, entrenador un grupo de jóvenes que se destacan en atletismo en las que figura Valentina Polanco, una puntana que rompió el récord nacional en el Campeonato Nacional de atletismo U16 (para menores de esa edad) y es campeona nacional U18, en 100 metros con vallas.

Categórico, Nadal dijo sin rodeos: "Prefiero entrenar a las mujeres, son más fuertes". El profe que trabaja a diario con los atletas destacó que la diferencia de sexos y la ventaja física del varón se debe a una "cuestión hormonal".

"En contra de lo que mucho promulgan, son mucho más sencillas para entrenar, cumplen los objetivos como sea, son insistentes. Se frustran, lloran, pero ya están listas para asumir un nuevo desafío, se fijan una meta y la consiguen", enumeró el profesor que todos los días exige, aconseja y acompaña a Polanco, una deportista que no sabe de trabas.

Para marcar algunos contrastes dijo que los varones: "Tienden a poner más excusas y a veces son demasiados quisquillosos. Saben que tienen cierta ventaja desde los físico por lo que se conforman más rápido", detalló.

Este análisis es compartido por Susana Ceratto entrenadora de la primera del equipo de vóley de Aseba desde hace 9 años y que también tiene a su cargo la sub 17 y 19 de ese club. Además, entrena a Indica, un equipo de maxivoley.

"Las mujeres tiene un espíritu muy competitivo y superador, entrenan con mucho compromiso y son muy responsables", aseguró.

De todas formas, basada en su larga experiencia, dijo que en lo que se refiere a los deportes en conjunto, estas virtudes pueden convertirse en defectos.

"Esa competitividad hace que muchas veces entre ellas las relaciones sean más complejas. Hay que estar constantemente mediando para evitar roces o conflictos", explicó.

En contrapartida aseguró que entre los varones la convivencia suele ser un poco más simple y reconoció que tienden a buscar más excusas a la hora de completar los entrenamientos y que son menos adeptos a las exigencias.

Pero Ceratto tiene su historia ya que es la responsable técnico de un equipo exitoso. Explicó que en su caso, tomó la posta de un lugar que durante muchos años ocupó un hombre.

"Hubo algunos condicionamientos y trabas pero no se dieron desde lo institucional, es más, el club fue quien tomó la decisión de un cambio de técnico y que una mujer asuma esa responsabilidad. Los aspectos más complicados suelen venir de conductas de la sociedad pero no tanto de los deportistas", aseguró.

Gabriel Rivero, es un profesor que tiene en sus manos el entrenamiento de Valentina Arce una joven nadadora que recientemente en la primer Copa UANA de Natación Coral Springs 2018, desarrollada en la pileta olímpica del centro Aquatic Complex de Florida, Estados Unidos sumó cinco medallas: dos de oro en posta, dos de plata en 50 y 100 metros espalda, y una de bronce en 200 metros combinados.

Rivero explicó que él no hace diferencia en las formas de entrenar entre hombres y mujeres y que de acuerdo a sus métodos ambos sexos se preparan en conjunto.

Sí destacó que las mujeres tienen otro tipo de sensibilidad y que si se proponen una meta luchan con mucho esfuerzo por conseguirla, pero que se hace necesario estar muy atentos a las emociones.