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Thiago López, el nene que vive para ayudar a los animales

Tiene 8 años y cursa tercer grado en la escuela "Lucio Lucero". Desde hace tres años que pide que para su cumpleaños, en vez de juguetes, le den alimento para perros para después donarlo.

Por Ayelen Anzulovich
| 12 de abril de 2018
Corazón gigante. Thiago dice que siente mucha satisfacción cuando puede ayudar a los animales. Foto: Alejandro Lorda.

Thiago López tiene ocho años y cursa tercer grado en la escuela "Lucio Lucero".  El siete de abril fue su cumpleaños y le pidió a sus compañeros que en vez de llevarle juguete le regalaran alimento balanceado para donarlo a un refugio de animales. Desde hace tres años que lo viene haciendo.

 

El niño de tez blanca, cabellera oscura y equipo de gimnasia entró a la redacción de El Diario de la República acompañado por su mamá y su abuela. A primera vista se lo veía un poco nervioso, pero después de unos segundos se acomodó en la silla y contó cómo nació su pasión por los animales.

 

“Me gusta poder ayudar a los perros que no tienen comida”, dijo Thiago con una amplia sonrisa, mientras que con una de sus manos se subió los anteojos. “Juntamos diez bolsas de alimentos", precisó.

 

Mirando con atención a su hijo estaba Gabriela Cueva, quien se encontraba a su lado y no dejaba de sorprenderse de lo que estaba escuchando. “Cuando tenía cinco años se empezó a preocupar por los animales. Él quería pedirle a sus compañeros que lo ayudaran a juntar alimento,  en ese entonces le expliqué que por ahí no todos iban a poder colaborar”, contó y con los ojos brillosos agregó que después de la charla se fue a su habitación y volvió con otra idea. “Me preguntó si el día de su cumpleaños podía pedir lo que quisiera. Fue ahí donde me dijo que quería que le regalaran comida”, recordó.

 

“En un principio pensamos que era sólo un juego y que se le iba  a pasar,  pero llegado el día del festejo no se olvidó y finalmente obtuvo lo que quiso”, expresó orgullosa y agregó que desde hace tres años que hace lo mismo. “La primera vez lo que juntamos lo donamos al refugio 'El Arca', el año pasado se lo dimos a 'Corazón Animal' y éste se lo entregamos a la proteccionista Elsa Palma. La idea es no dárselo siempre a los mismos”, manifestó y resaltó que para Navidad también le pidió salir a la calle a darle de comer a los animales. “Años anteriores dejábamos comida en la plaza, pero este año salimos los dos, recorrimos un par de cuadra y alimentamos a varios perros”, aseguró.

 

Lo que sobraban ayer eran sonrisas. La mamá de Thiago no disimulaba su felicidad. “La verdad es que nos sorprendió y nos dio una lección como papás. Para él lo importante es poder ayudar”, asintió y recordó que lo único que le importaba el día de su cumpleaños era estar con sus amigos. “Es desprendido de lo material, tiene sus juguetes y dice que no le hace falta más. Nosotros le explicamos que siempre que haga cosas buenas lo vamos apoyar y ayudar”, finalizó.

 

El amor por los perros y las ganas de protegerlos viene de familia. “Mi mamá Ingrid Cueva nos inculcó el amor por los animales”, indicó Gabriela, mientras miraba a la abuela de Thiago que estaba a su lado. “En casa llegamos a tener quince perros. Los recogíamos y los teníamos el tiempo suficiente hasta que se recuperaban. Algunos estaban muy heridos. Después tratábamos de conseguirles un hogar”, detalló. 

 

“La verdad es que no puedo creer lo de mi nieto”, dijo Ingrid, quien en ese entonces no dejaba de acariciarlo. “Pensé que era un chiste ya que por lo general para los cumpleaños piden juguetes. Cuando me enteré de que era cierto fui corriendo a la veterinaria y le compré una bolsa grande de alimento”, explicó emocionada y agregó que desde pequeños trató de inculcarle a sus hijos el amor por los animales. 

 

“En este momento en mi casa tengo seis perros rescatados. Dos de ellos son ciegos. Ésos me los quedé yo porque me encariñé, aparte saben cómo manejarse adentro. Los otros fueron muy maltratados y ya están bien. Ahora les tengo que encontrar una hogar”, precisó Ingrid y mirando a su hija expresó: “Esto es una cadena y estoy orgullosa de que mi hija le inculque la solidaridad y el compromiso”, resaltó.

 

La mamá de Thiago tomó la mano de su hijo y comentó que ahora se estaba dejando el cabello largo porque lo quiere donar. “Hace un tiempo vio un video de un niño que se lo donaba a otro que tenía cáncer. Él quiere hacer lo mismo. En un principio me dio miedo de que lo cargaran por tenerlo muy largo. Pero insistió y dijo que no le importa si le dicen cosas y que sólo quiere ayudar a que otros sean felices”, finalizó.

 

El pequeño de ocho años, tomó su mochila y antes de despedirse aclaró: “Cuando sea grande quiero ayudar a los animales y rescatarlos de la calle. Le voy a enseñar a las personas que no deben maltratarlos”, dijo alegre. 

 

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