Un preso por intento de homicidio inició una huelga de hambre

Luis Ariel Vera dice que no entiende por qué luego de suspender la audiencia en la que iba a declarar otra vez por el delito que le imputan el juzgado Penal 1 aún no lo cita nuevamente. Tampoco se explica, igual su abogado, qué factores demoran la pericia médica que certificaría su ceguera, un estudio cuyo resultado podría darle un giro a la causa y hasta le permitiría recuperar la libertad. Por esa falta de respuestas decidió enviarle una carta al juez Sebastián Cadelago Filippi e iniciar, el lunes, una huelga de hambre en el Servicio Penitenciario de la capital, a modo de protesta.

“Fui atacado por el señor Ernesto Zárate. Fui mordido en la boca, hubo desprendimiento de mi pantalón, empujones, zamarreos, insultos y piñas en mi cuello, brazo y mi cuerpo. Era tal la violencia y agresión que estaba recibiendo de mi agresor que el miedo, el terror y la desesperación me invadieron en demasía, de una forma que no puedo describir con palabras, ya que esta persona tenía una fuerza extremadamente superior a la mía. Fue entonces que sentí que me quería violar y que tenía que buscar un elemento contundente para poder defender mi integridad física”, versa la misiva escrita a mano, por otro preso, que Vera le hizo llegar al magistrado el pasado 7 de mayo.

El joven, que es no vidente y hasta antes de ser encarcelado se ganaba la vida como artista callejero, está acusado por el intento de homicidio de Zárate, un abogado de 49 años al que apuñaló cinco veces y dejó al borde de la muerte, tras una larga noche de ingesta de alcohol.

Desde que inició el proceso el imputado ha tenido tres abogados distintos, aunque todos han coincidido en la estrategia defensiva: plantear que, por la diferencia en la contextura física entre él y Zárate, por las circunstancias en las que ocurrió el hecho (estaban en la casa del abogado) pero principalmente por su ceguera, que sería total, a Vera no puede acusárselo de otra cosa que de haberse defendido.

Pero la jueza Virginia Palacios, que en enero subrogó a Cadelago Filippi y fue la primera que tuvo la causa en sus manos, puso en duda la discapacidad del joven, a falta de un certificado especial que la acredite. Y consideró, entre otros elementos, el hecho de que Vera se haya marchado de la escena del crimen el día del hecho y que se haya descartado de la ropa que se había manchado con sangre de la víctima. Por eso lo procesó con prisión preventiva el 18 de enero, luego de que, además, fuera denunciado por una ex pareja por abuso sexual.

Un giro en su versión

Pero lo que Vera nunca había dicho hasta ahora, que quería decir en la segunda ampliación de su indagatoria y terminó expresando en la carta que envió esta semana, es que Zárate lo atacó sexualmente.

“Solicitamos una audiencia para que pudiera aportar datos que hasta ahora no había dado. El acto fue fijado para el viernes 27 de abril a las 8 de la mañana, pero no se concretó por un problema técnico en el juzgado, ya que no se envió, o no se lo hizo a tiempo, el oficio para que lo trasladaran desde la cárcel y se suspendió”, explicó Héctor Zavala Agüero, defensor de Vera. “Lo que verdaderamente no sé es por qué no fijaron una nueva fecha, lo que llevó a mi cliente a enviar una nota explicando qué iba a declarar y a comenzar una huelga de hambre, no solo por este hecho, sino por el atraso de pericias que están pendientes, principalmente la que va a acreditar que él no ve nada”, agregó el defensor.

“Él (Vera) ya presentó el certificado de un oftalmólogo que dice que es cien por ciento ciego, pero el juez o no le creyó o quiere corroborarlo él mismo y pidió hacer una pericia en tribunales, pero no se ha hecho y no sabemos por qué”, se quejó el letrado.

En marzo, el juez Penal 1 elevó una nota a la Cámara Penal 2 solicitando una prórroga de la investigación, ante el inminente vencimiento de los plazos. “Por razones ajenas al funcionamiento de esta administración judicial, se hallan sin producir importantes medidas para la evaluación de la causa”, como ser la pericia psicológica y psiquiátrica del imputado, además de unas declaraciones testimoniales que nunca se realizaron, argumentó el magistrado, al que le otorgaron, el 22 de marzo, 60 días para completar el expediente.

“Insisto en que mi intención no fue otra que la de defender mi integridad física, por lo que me declaro en huelga de hambre con el fin de que me den la libertad porque soy inocente”, concluyó Vera en su carta.