Luis Salinas inauguró el ciclo "Live Music Sessions"

El virtuoso guitarrista Luis Salinas y su hijo Juan inauguraron la primera de las noches del ciclo “Live Music Sessions”, creada entre Wanzo Producciones y Sky Club. Una noche de emociones arriba y debajo del escenario.
Sin tanta pompa ni ceremonia, cuando Luis salió hacia el escenario nadie se quedó quieto en el restó. Salinas padre deslumbró a la audiencia con su técnica y por el sentimiento que empleó en cada canción, y obligaba a prestar atención a algún fraseo, rasguido o acorde que generaba en un corte y mostraba un tic “de quedarse congelado” en las expresiones de su rostro, hasta volver a puntear y proseguir con la melodía. Como un actor histriónico, Luis sonreía, tensaba los músculos de su cara o inclusive parecía gruñir (sin sonido).
“Siempre es difícil venir a tocar acá, que saben tanto de guitarras”, saludó Luis, y agregó que por presentarse con su hijo “iba a ser una ocasión especial”.
Salinas presentó a la sociedad puntana a Juan, que a los 18 años sabe cómo plantarse en el escenario sin cargar responsabilidades por el peso de semejante leyenda. La legendaria guitarra Godin con la que Luis comenzó a tocar en su niñez pasó a manos de su heredero y el patriarca usó una versión nueva.
Ninguno usó púas sino las yemas  de los dedos y buenas y efectivas uñas del pulgar. Una caricia a las cuerdas, como aquél que conoce un cuerpo de memoria y lo acaricia sin mirarlo.
Un piano los separaba pero los unían sus miradas y las notas en el medio. Ambos interpretaron una selección de tangos, entre ellos “El día que me quieras” -que tarareó- y los mezclaron con zambas y chacareras, como “Caricias” o la propia “Chacarera para Juan”, para cerrar con palmas al compás de su scat vocal y golpes percusivos con el pie sobre el tablado.
 

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