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Caso Reynoso: allanaron la casa de un sobrino de la víctima, en Córdoba

Es una vivienda de la ciudad de Coronel Moldes, de donde era la víctima. No hay detenidos.

Por redacción
| 03 de agosto de 2018
Villa Mercedes. La Policía en la casa de la calle Bélgica, donde mataron a Reynoso. Foto: Juan Andrés Galli.

La Policía de Villa Mercedes fue a más de cien kilómetros a buscar pruebas que la ayuden a descifrar el asesinato de José Luis Reynoso, el hombre apuñalado en su casa del barrio Villa Celestina hace poco más de una semana. El miércoles, una comisión de la división Homicidios viajó a la ciudad cordobesa de Coronel Moldes, a 104 kilómetros de la ciudad donde ocurrió el crimen, y allanó la casa de un sobrino de la víctima, le confirmó este jueves a El Diario el jefe de la Unidad Regional II de Policía, comisario general Oscar Contrera.

 

El responsable de la Policía en Villa Mercedes detalló que hicieron el procedimiento “con autorización de un juzgado de Control de Río Cuarto, que tiene jurisdicción en la zona, y terminó con el secuestro de material informático y teléfonos móviles que seguramente será material de pericias”.

 

Contrera aclaró que no hay detenidos hasta ahora, con lo cual desmintió versiones que empezaron a circular el miércoles a la noche, cuando trascendió el procedimiento en la provincia de Córdoba, que indicaban que habían arrestado al presunto homicida.

 

Reynoso, de 64 años, era nativo de Coronel Moldes, pero hace unos años se mudó a Villa Mercedes y compró la casa donde residía y donde fue asesinado, en la calle Bélgica 2160.

 

Separado de su esposa, compartía la vivienda con su hija. Allí también tenía instalado un taller de refrigeración y reparación de electrodomésticos, cocinas y calefactores, lo cual era su medio de vida.

 

El domingo 22, su hija se mudó en forma temporal a lo de su madre, para acompañarla porque estaba enferma. Y José Luis quedó solo. El jueves a la noche, cerca de las diez, su hijo Gustavo llegó a darle una vuelta.

 

Apenas entró, escuchó la radio que su padre sintonizaba cada mañana para saber qué números habían salido a la quiniela. Y en seguida lo vio, tendido en el suelo, junto a una silla y la mesa del comedor. Pensó que había sufrido un pico de diabetes. A su alrededor, todo parecía estar en orden.

 

Al rato, cuando una mujer policía de la Comisaría 9ª llegó para constatar la muerte, examinó el cuerpo y descubrió que el hombre tenía una herida cortante en el antebrazo izquierdo, otra en el cuello y una puñalada en el pecho.

 

A dos metros de la víctima, en el piso, estaba su reloj pulsera. Luego hallaron también su billetera. Y su familia le informó a la Policía que el dinero que el hombre tenía en la casa aún estaba donde él lo había dejado. Todo eso hizo que los investigadores, si bien no descartan ninguna hipótesis, se inclinaran a desechar la del robo.

 

Casi al mismo tiempo, a la Policía le llegó la versión de que Reynoso tenía problemas con familiares residentes en Moldes, que habrían llegado a amenazarlo de muerte.

 

El allanamiento que la división Homicidios hizo en la casa de su sobrino, pareció abonar la suposición de que el crimen podría tener su origen en un conflicto intrafamiliar. Pero el comisario general Contrera no quiso revelar si ésa es una de las hipótesis en danza, ni si ya hay personas sospechadas por el homicidio.

 

Solamente afirmó: “Están investigando a familiares, allegados, a los que no sean allegados, a los extraños que iban por su trabajo como mecánico de electrodomésticos, a todo el mundo”.

 

“Estamos mirando las cámaras cercanas al lugar, para ver los últimos movimientos en la casa de Reynoso. A él lo vieron por última vez el martes y fue hallado sin vida el jueves. Hay un margen de dos días en el que hay que determinar qué pasó. Están haciendo relevamiento para saber si los vecinos escucharon o vieron algo” que dé pistas del asesinato, contó.

 

Quieren saber quién llegó a la casa de Reynoso entre el martes y el jueves. “Él casi nunca estaba acompañado, tenía una relación normal con vecinos, era visitado por alguno de los hijos, una hermana que vivía cerca, o por los clientes que le llevaban sus aparatos para que los reparara”, dijo.

 

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