Apareció ahorcado un hombre al que buscaban por golpear a una mujer

El cuerpo de Gabriel Salazar, a quien buscaban intensamente por haber intentado matar a su ex mujer, Mónica Sánchez -de 43 años, que el lunes pasado caminaba por las calles de Tilisarao semidesnuda y ensangrentada-, apareció ahorcado a unos 500 metros del lugar, en el que la Policía también encontró ropa femenina, un casco, zapatillas, remera de hombre y sangre.

Luego de un intenso rastrillaje, este martes, alrededor de las 8:20, encontraron a Salazar colgado en un árbol. Según informó la Policía, utilizó los cordones de las zapatillas. Estaba en un campo ubicado en el camino del viejo basural, que costea las vías del ferrocarril en sentido norte.

Todo comenzó el lunes alrededor de las 18:30, cuando un llamado telefónico alertó a los oficiales de la comisaría de Tilisarao sobre una mujer que caminaba por la zona norte de la localidad semidesnuda, golpeada y sin poder hablar.

Ante la urgencia, la alférez Estefanía Farina y el personal a cargo salieron a buscarla y la encontraron en la intersección de las calles San Luis y Avenida Mitre del pueblo. Según el parte policial, la víctima "vestía una remera de color celeste, desde la cintura para abajo estaba desnuda y solo tenía medias en sus pies". Al preguntarle qué le había sucedido, no respondía; enseguida la trasladaron al hospital local, ya que tenía lesiones visibles y estaba en estado de shock. Desde allí, Sánchez fue derivada al Complejo Sanitario San Luis debido a los golpes que presentaba y para que le hicieran estudios de mayor complejidad.

De acuerdo a lo que contó su hijo, Emanuel Sánchez, la mujer había salido de la casa el lunes pasado, a las 12 del mediodía, junto a su ex pareja (Salazar), que tiene su vivienda pegada a la casa en la que el joven vive con su madre, su hermana y su abuela.

En la misma calle que encontraron a Sánchez caminando, en uno de los costados, hallaron una moto. Ese fue el punto de partida de un "rastrillaje minucioso" en el que encontraron, bajo una planta de olmo de gran porte, una bombacha, un par de zapatillas sin cordones, una remera de hombre, un encendedor y un casco color negro.

El parte policial indicó que, aparentemente, ese fue el lugar en el que Salazar atacó a la mujer. Enseguida intervino el Juzgado del Crimen de Concarán, a cargo de Patricia Susana Besso.