Claudia Gianini: "En neonatología una cuida a los bebés como si fueran nuestros hijos"
Tuvo cuatro embarazos fallidos y no desistió. Hace dos años la vida la recompensó con la adopción de Isabella.
"En neonatología una cuida a los bebés como si fueran nuestros hijos", dijo Claudia Gianini, quien tuvo cuatro embarazos que no llegaron a término. Así y todo, cada vez que ingresa a la Maternidad "Doctora Teresita Baigorria", donde trabaja, se convierte en mamá sustituta en momentos críticos de los recién nacidos. Hace dos años celebra el Día de la Madre junto a su hija Isabella, gracias a su adopción pudo formar su propia familia.
La sala de neonatología en la que Claudia presta servicio estaba tranquila. Despacio pero constante sonaba una alarma que les permite a los médicos mantener a los pequeños monitoreados. Pasadas las 9:30 se abrieron las puertas y por el pasillo ingresaron una a una las mamás, higienizaron sus manos y rápido se dirigieron a las incubadoras para alimentar a sus bebés.
La médica contó que hace ocho años decidió abandonar Buenos Aires para instalarse en San Luis. "Quería formar una familia y en las grandes ciudades es difícil, ya que implica tener más obligaciones y menos tiempo para dedicarle", precisó. Además, destacó que acá encontró la tranquilidad que necesitaba. "Podés tener un solo trabajo y disfrutar una vida afuera. Eso es lo que buscábamos con mi esposo", dijo.
Claudia expresó que su profesión es hermosa y difícil a la vez. "Me apasiona lo que hago. Recibir a los bebés, acompañarlos y ver cómo avanzan día a día. A la vez, es muy angustioso cuando no logran mejorar. Me ha tocado atravesar momentos complicados y estar al lado de los papás. La medicina te enfrenta constantemente a la vida y a la muerte", manifestó.
"Tratamos de ponernos en el lugar de los papás y entender que sus hijos son lo más preciado que tienen. Muchas veces no comprenden que para nosotros es fundamental que salgan adelante, estamos para eso. A veces piensan que no se le quiere dar el alta, pero en realidad buscamos que se vayan a su hogar en el mejor de los estados", precisó la médica neonatóloga.
Destacó que por lo general los prematuros que ingresan a neonatología están graves. "Es un desafío tratar con pacientes que no te pueden contar lo que les sucede, lograr que salgan bien, que les den el alta para que luego tengan una vida normal. Ese es el objetivo de nuestro trabajo y por eso me gusta", afirmó la mujer, quien agregó que una vez que salen de la Maternidad vuelven al control de alto riesgo. "Es una satisfacción muy grande verlos sanos y fuertes. Es lo mejor que se puede sentir", sostuvo.
Respecto a su experiencia con la maternidad, Claudia comentó: "Intenté tener hijos y perdí cuatro embarazos. A partir de ahí, con mi marido dejamos de insistir con los tratamientos para ser papás y nos anotamos en el registro de adopción", expresó y detalló que estuvieron casi cuatro años en lista de espera.
Con los ojos vidriosos recordó cómo fue el proceso que atravesaron para finalmente encontrarse con su pequeña. "El tiempo parece no pasar más. Tuvimos muchas entrevistas y talleres. Hasta que un día te llaman y, a partir de ahí, sos mamá, en cinco minutos te cambió la vida para siempre", señaló la mujer, quien agregó que Isabella fue prematura y que cuando les comunicaron la noticia, no dudaron ni un segundo en decir que sí.
"Había posibilidades que naciera con problemas de salud, ya que era muy chiquita. Pero el amor que tenemos para darle es mucho más grande. Hoy es una nena fuerte y feliz", contó Claudia, quien se lavó sus manos, caminó unos pasos y ayudó a una mamá a sostener a su bebé por primera vez.
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