En el Comedor Universitario se podrá comer sin TACC

El Comedor Universitario se transformará a partir de mediados de marzo en el primer espacio donde las personas que necesitan consumir alimentos sin TACC (trigo, avena, cebada y centeno) podrán hacerlo o bien podrán adquirir una vianda y consumirla en sus hogares. Dentro del edificio del comedor, ubicado en Rivadavia 1029, se construyó una nueva cocina donde se producirán unas 200 viandas por día para aquellos alumnos que sean celíacos, a un valor de 35 pesos, pero además el objetivo del Rectorado es que el público en general pueda acceder a esa comida a cambio de 125 pesos. 

El secretario de Asuntos Estudiantiles y Bienestar Universitario, Jorge Sosa, informó que “ahora estamos en la etapa final de la construcción de la nueva cocina teniendo en cuenta que la manipulación de los alimentos tiene que estar totalmente separada de la que se utiliza para producir la comida del comedor tradicional. Ya hemos adquirido todos los elementos necesarios: anafes, freezer, instrumental y heladeras”.

Sosa señaló que “luego de hacer la instalación final del mobiliario estimamos que a mediados de marzo ya tendría que estar funcionando. Pero esta semana empezamos con la capacitación de las tres personas que comenzarán a trabajar allí, que estará a cargo de los profesionales de la Facultad de Ciencias de la Salud, donde participarán los cocineros, el jefe de suministros y los ayudantes”. Además señaló que “ya contamos con la nutricionista que se encargará de armar las viandas y esta semana comenzamos a confeccionar el registro de proveedores para proveer las futuras licitaciones y comprar los alimentos”.

El nuevo espacio cuenta con 20 metros de largo por 6,5 de ancho, donde además del sector de cocina también estará la cámara de frío que servirá como resguardo de los alimentos y un espacio de vestuario donde el personal tendrá que cambiarse todos los días antes de ingresar a trabajar. “Porque dentro de esa cocina no puede haber ningún tipo de contaminación y diariamente al Comedor llegan unas 2.000 personas a comer. Por eso hay que extremar todas las precauciones y para eso contaremos con la nutricionista que todas las mañana hará la inspección para hacer la certificación y constatar que el lugar cumple con los estándares que exige la Facultad de Ciencias de la Salud”, detalló.

El secretario explicó que “esta cocina hoy tiene una capacidad instalada para producir unas 200 viandas por día y de acuerdo a la respuesta que tengamos, tanto de la comunidad universitaria como del resto del público, veremos si es necesario ampliar esa cantidad y en ese caso también sumar más gente para trabajar”.

Sosa recordó que hace tres años “se realizó una encuesta voluntaria entre alumnos, docentes y personal de las tres sedes universitarias: San Luis, Villa Mercedes y Merlo donde 170 alumnos respondieron a esa consulta sobre su situación de celiaquía y posibles propuestas para abordar desde la Universidad. Seguramente de haber algunos casos más para contemplar y por eso proyectamos empezar con 200 viandas”.

En el año 2012 el Comedor Universitario implementó un sistema de viandas para celíacos que consistía en hacer el pedido con 24 horas de antelación. “Pero no tuvo una respuesta satisfactoria y en el 2014 por iniciativa de los estudiantes que nos pedían algún tipo de respuesta para estos alumnos, hicimos una encuesta y la mayoría pidió una beca de ayuda alimentaria que todavía está vigente”.

Y hace dos años hicieron otra encuesta y la propuesta que presentaron fue crear este nuevo espacio en la cocina. La Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación entregó  el subsidio por 1,5 millones de pesos para concretar la obra y el Rectorado de la UNSL tuvo que aportar otros 300 mil porque se demoró un poco el desembolso de la Nación. Sosa confirmó que la de San Luis es la tercera universidad nacional en tener un espacio especial para que los alumnos que no puedan consumir TACC tengan una alimentación adecuada.