Ivana Nadal, modelo del rocanrol
La artista realizó la conducción del festival "Rock en la Casa" y se sintió cómoda en la ciudad.
En cada pausa que hubo en la primera edición del festival “Rock en la Casa”, la conducción de la modelo Ivana Nadal junto al periodista mercedino Daniel “Banana” Arce, entretuvo a los que copaban de a poco la Explanada del Molino Fénix, mientras esperaban a sus bandas favoritas.
Por primera vez en la provincia, Ivana dijo que se necesita esa química “para remarla” porque a veces el público no participa. “Quieren ver a las bandas, pero es parte del armado y hay que cubrir espacios”, recalcó Nadal, y aseguró que “la gente fue un amor”.
Su visita no pasó desapercibida. Antes de viajar, posteó una foto en bikini que revolucionó las redes sociales. La misma reacción que obtuvo cada vez que paseaba por el predio mercedino. La modelo alteró las hormonas del personal a su alrededor y generó envidia en quienes la veían comer, uno tras otro, varios conos de grasosas papas fritas con gaseosas y mantener una gran figura.
“Me sorprendieron todas las bandas sanluiseñas, tienen una actitud que hace que se sientan muy cómodos en el escenario”, destacó Ivana del nivel en la grilla, mientras saludaba a un grupo de chicas que la llamaban para selfies (no se negó a ninguna foto y grabó videos graciosos con pedidos particulares). “Están con muchas ganas de crecer, la gente debería alentarlos y que los banquen”, continuó Nadal.
“Hay que aprovecharlos ahora, desde el momento cero, antes que se vuelvan bandas nacionales o internacionales y la rompan toda afuera”, recomendó Ivana, que fue “Caperucita Roquera” en el programa de tv “Juguemos en el Bosque”, con Korol y Pichu, le gustaría tocar la guitarra eléctrica pero no le gusta su voz para cantar.
“Me creo ‘mil’, me encanta cantar en el auto pero cuando nos grabamos con amigas para jugar al karaoke, después me da vergüenza cómo canto. Es un horror”, se sinceró con una gran sonrisa.
Ivana tuvo un tour por las instalaciones de Casa de la Música y recorrió los distintos espacios, como los Estudios A y B y las salas de grabación, además de jugar en un sillón con la gata Celeste, la mascota del lugar.
“Ahora que me vine para este festival de rock, tengo más ganas de aprender guitarra todavía”, concluyó divertida Nadal.
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