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Lideró una banda que llevaba 2.664 kilos de droga y también era estafador

Tres policías declararon en el juicio oral federal que empezó el miércoles y que tiene cuatro imputados.

Por redacción
| 08 de febrero de 2019
Juicio oral federal. Los acusados junto a sus defensores escucharon atentos los testimoniales. Foto: Marianela Sánchez.

Más de un delito. Si bien la Justicia Federal de San Luis comenzó a juzgar a Sergio Darío “Checho” Nuarte Morales y a otros tres hombres señalados como sus cómplices por el tráfico de 2.664 kilos de marihuana que eran traídos desde el norte del país para abastecer a Cuyo y Chile, uno de los investigadores de la causa reveló que el líder además, era estafador. Los cuatro imputados llegaron al juicio a poco de cumplirse dos años del procedimiento que se realizó en la localidad de Saturnino Laspiur, en Córdoba el 11 de febrero de 2017.

 

Fue un hecho histórico en San Luis dado que fue el mayor secuestro de drogas logrado por una investigación llevada adelante por la Justicia Federal de la provincia.

 

El fiscal de instrucción Cristian Rachid, acusó a Nuarte Morales de “organización del delito de transporte de estupefacientes, agravado por intervenir en su comisión tres o más personas organizadas”.

 

El sargento Oscar Duvara, uno de los investigadores encargado de la fiscalización e interpretación de las escuchas entre Nuarte Morales –el líder de la banda- y el camionero Oscar Alfredo Zanón –encargado de transportar la droga-, durante su declaración reveló que de las llamadas dio cuenta que el principal acusado además, se dedicaba a estafar.

 

“Nuarte tenía un contacto que le pasaba datos de tarjetas con altos montos. Hacían compras de electrodomésticos y los vendían. Después tenía otro que le facilitaba datos de propietarios de campos que ya habían muerto, hablaba con un tal Peralta de Mendoza que vivía en Mar del Plata quien truchaba los papeles, Nuarte los presentaba y decía que había comprado esas propiedades antes que muriera el dueño”, detalló Duvara.

 

También señaló que Nuarte Morales vendía cocaína. “Se la compraba a un abogado que vivía en el barrio Visitadores Médicos y después la revendía”, aseguró. 

 

El principal sospechoso y sindicado como el cabecilla de la banda “por la forma en que le hablaba se notaba que conocía desde antes a Zanón (camionero)”, refirió Duvara. Dijo que cada vez que hablaban era por el camión y cuánto iba a pagar por el viaje al norte.

 

“Nuarte hablaba con un tal Lito Wagner que era un contacto que estaba en Paraguay. Con él quería crear una Pyme. Se trataba de una fábrica de ladrillos, pensaban transportar la droga dentro de ellos. Pagó algo de cien mil pesos para crear la Pyme”, contó Duvara.

 

Recordó que al principio de la investigación Nuarte Morales intentó transportar droga con un camionero de Mendoza que terminó detenido. “En ese momento Nuarte estaba en Formosa. Le llamó a Wagner y le dijo ‘disculpá que tu hombre perdió allá pero eso me sirvió para despegar’”, dijo.

 

Fueron tres los investigadores que declararon, todos coincidieron en que el líder y sus cómplices jamás dijeron la palabra “marihuana” durante las llamadas. Siempre la señalaron como “dólares”, “zapatos”, “cereales”, “ladrillos”, “verduras” y “motor de dos mil caballos”.

 

Duvara dijo que el cargamento secuestrado valía mucha plata. “En ese entonces el kilo estaba valuado en tres mil pesos y acá lo vendía dos o tres veces más de lo que valía”. “Cuando lo interceptamos Nuarte dijo ‘Estos hijos de puta me cagaron’”, recordó.

 

Otro de los investigadores, el principal Lucas Mariano Almirón señaló, en base a las escuchas, que Nuarte Morales era quien negociaba para comprar la droga; Oscar Alfredo Zanón era el camionero y “sabía que iba a traer estupefacientes”, él al momento de la detención iba acompañado por su hijo Néstor Javier Zanón quien también es juzgado; mientras que a Jaime Estanislao Núñez lo señaló como el colaborador de Nuarte.

 

Otro de los peritos, el sargento primero Ariel Mastromónaco, dijo que el líder se comunicaba con frecuencia a Formosa. “Hablaba con un remisero llamado Miguel, él tenía un contacto de nombre Carlos que conseguía la droga que la transportaba desde el Paraguay”, contó.

 

Dijo que entre Miguel y Carlos se contactaban para enviarle el cargamento a Nuarte Morales. “Nunca llegaron a un acuerdo. A Carlos lo detuvo gendarmería con dos mil kilos de droga y el contacto se cayó”, señaló.

 

Mastromónaco dijo que Jaime Núñez  era “la mano derecha” de Wagner quien estaba con prisión domiciliaria por el transporte de cinco mil kilos de marihuana.

 

Señaló que Jaime Núñez tenía una fábrica de ladrillos en Formosa. “Allí mezclaban los panes de marihuana”, dijo. Contó que durante las escuchas Jaime decía: “bajá tal cantidad acá y el resto ya sabes dónde”. Aunque no recordaba claramente dijo que creía que existía una escucha en la que Núñez hablaba de cambiar “dólares” y también decía que “se le iban a humedecer los zapatos”, claramente esos términos para los investigadores eran códigos para eludir la palabra marihuana.

 

Recordó que el día que interceptaron el camión con el cargamento él estaba en la ruta esperando verlos pasar. “Los vi y los seguí durante tres kilómetros. Pasó una camioneta y mis compañeros me dijeron que era la de Nuarte”, dijo.

 

El 23 de febrero de 2018 el cargamento fue incinerado en el Centro de Disposición Final (CDF) ubicado en la Autopista de las Serranías Puntanas.

 

Los imputados hablaron

 

El primero en hablar fue Nuarte Morales. “En relación al hecho por el que se me acusa yo fui quien se contactó con Zanón para conseguir el transporte pero acá no hay ninguna organización ni venta de drogas como se dice. Yo no tengo dos millones de pesos para comprarla. He trabajado en la parte inmobiliaria. Yo trabajaba y fue un error”, dijo.

 

Luego habló el camionero Oscar Alfredo Zanón. Dijo: “Soy transportista hace 53 años. Me contrataron a mí para traer una carga, me pagaban 30 mil pesos y a mí me servían. No soy narcotraficante, soy un trabajador. El transporte es trabajo. Yo llevé a mi hijo (Néstor Javier Zanón) para que me acompañe porque soy hipertenso. Por si me pasaba algo”, resumió.

 

Y finalmente tomó la palabra Néstor Javier Zanón quien solamente en pocas palabras afirmó que había acompañado a su padre por su problema de salud.

 

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