Natalia Olguín, una apasionada de los autos

Natalia Olguín recibió una herencia genética indiscutible, su ADN tiene una conformación especial. "Llevo los fierros en la sangre" afirma cada vez que alguien le pregunta de su pasión por los autos.

Nati es puntana, tiene 44 años y actualmente vive en Quines. Es mamá de Tamara (28), Lorena  (24), Micaela de (22) y Rodrigo de (18). De profesión, policía aunque "pronto me voy a retirar de la fuerza", aclara. Además juega al fútbol, es goleadora en la Estación, un equipo femenino de su pueblo y cuando puede despunta su hobby más preciado, el automovilismo. Deporte que heredó de su padre Telmo Gaitán. 

"Amo los autos, mi viejo, que murió hace 15 años, siempre me inculcó esta pasión que no necesita de explicaciones, solo se hace. Arranqué en el 2001, casualmente en el rally de Quines, corrí con Lucas Quiroga en un Fiat 600, luego corrí con Arturo Dana en un Fiat 128, también con Alfredo Lucero en otro 128", rememora Nati, que tiene la particularidad de ser la primera mujer de San Luis en ser piloto y navegante.

 Hace un par de fines de semana, Nati volvió al ruedo, lo hizo en binomio con su primo Luis Gómez a bordo de un VW Gol de la clase N2 Standar.

"Lloré muchísimo, fue un placer volver a correr en mi pueblo. Manejé en el súper especial y luego Lucho corrió el resto de los tramos, fuimos segundos y festejamos mucho ese podio. La gente me lo reconoció en la rampa, es un orgullo para mí", reconoció la hija de Telmo Gaitán,  un emblema del automovilismo puntano.

Nada fue fácil para Natalia, "luché mucho por mis hijos, casi que los crié sola", comenzó contando, "me separé hace 19 años y salí adelante, hoy puedo disfrutar  de los logros de mis hijos. Tamara y Micaela son policías, Lorena es profesora de gimnasia y mi único muchacho está terminando la secundaria. El sacrificio de ser mamá y papá dio sus buenos frutos".

Si el día tuviera un par de horas extras, Natalia las ocuparía rápidamente: "Tengo actividad constante, trabajo, entreno, canto. Me gusta hacer de todo. Siempre fue así, nunca baje los brazos. Cuando tenía 20 años, incluso me presenté a varios concursos de belleza, recuerdo con gran cariño cuando fui elegida primera princesa en la fiesta del Turismo en San Luis, también fui reina dos años consecutivos en los bailes organizados por Los Playeros".

Natalia nunca bajó los brazos y en su lucha por la igualdad siempre rompió barreras, llegando a ganar y llevando el deporte femenino a su máxima expresión, transformándose en Quines en una referencia inspiracional por salir adelante en un entorno que en su mayoría, durante mucho tiempo ha sido monopolizado por los hombres.