"Hubo irregularidades", dice el abogado de la familia del soldado
Pedirá el secuestro de documentación y el detalle de quiénes eran los efectivos a cargo.
La familia de José Javier Bechis, el soldado de 19 años que habría sido baleado accidentalmente por un compañero, durante una práctica de tiro en un campo de instrucción del Ejército Argentino en Salinas del Bebedero, buscó un abogado para que la represente. El letrado, Jorge Sosa, anticipó que hoy, tras constituirse formalmente como parte en el expediente, solicitará algunas medidas y dijo que, por lo que advierte, ha habido irregularidades, ya que los superiores de Bechis no habrían seguido las pautas que deberían aplicarse en un entrenamiento de este tipo.
“Hay un protocolo a seguir. No se puede mandar a un chico que empezó hace 15 días con balas, a una práctica de tiro. Entonces, creo que hay responsabilidad de quienes estaban a cargo. Hay negligencia en la cadena de mando”, refirió Sosa. Los allegados a Bechis habían hecho consideraciones en igual sentido, horas después del fallecimiento.
Contó, además, que el día previo a la tragedia, “Bechis vivió otra situación grave, un castigo psicológico”, del que no quiso brindar detalles, por el momento.
“Es importante secuestrar cierta documentación, y es lo que solicitaré. Voy a pedir el protocolo correspondiente a la instrucción”, además de precisiones de quiénes eran los efectivos a cargo y las funciones que cumplen, dijo.
Bechis perdió la vida el lunes 2 de setiembre cerca del mediodía. Era parte del grupo de soldados que, separados en escuadras, se turnaban para la práctica de tiro, que realizaron con fusiles Fal.
Luego, cada grupo volvía a una carpa que tenía asignada, para reacondicionar el arma, limpiarla y recargarla. En eso estaban ocupados Bechis y sus compañeros, lejos del polígono de tiro, cuando fue baleado. El hecho de que el estruendo que generó el disparo saliera del lugar donde se limpiaban las armas sobresaltó a todos.
El joven soldado solo emitió un quejido, y se desplomó. Lo primero que pensaron quienes estaban cerca de él es que tal vez se había caído por la impresión. Pero después, cuando se acercaron y le sacaron la tricota, notaron que tenía una herida de bala en el brazo izquierdo. Aparentemente fue hecha a corta distancia. Para confirmarlo, peritan 50 fusiles, para establecer de cuál salió el proyectil que impactó en el muchacho.
La lesión no hizo un orificio de entrada grande, y no sangraba profusamente. Pero, al parecer, sí generó una importante hemorragia interna, que fue imposible de controlar. El forense, en la autopsia, encontró la munición, o parte de ella, en el cuerpo del soldado.
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