Tuvo que cerrar su ONG y siguió con su tarea solidaria desde casa
Eva Sosa es la presidenta de la Fundación Estrellita de Jesús II. Como la ludoteca no puede funcionar en el Policlínico por la pandemia, junta ropa y leche para comedores.
La ONG Estrellita de Jesús II tenía una biblioteca y ludoteca en el área de pediatría del Policlínico Regional "Juan Domingo Perón", pero debido a la pandemia las autoridades del complejo sanitario necesitaron el espacio para guardar algunos insumos. Por eso, dejaron en un depósito todos los libros y juegos que estaban en la sala y su presidenta, Eva Sosa, continuó desde su casa con tareas solidarias como la colecta de ropa, leche y medicamentos que posteriormente reparte o entrega a diferentes comedores barriales de la ciudad.
Es que como no quería dejar de ayudar a los más pequeños, se le ocurrió juntar prendas de vestir en su vivienda. “El resto de las integrantes del equipo tienen factores de riesgo, y yo también soy grande, pero con los cuidados sigo trabajando. No paré nunca, amo a los niños, era maestra jardinera y creo que esa vocación no termina”, contó la fundadora de la asociación.
Cuando la mujer no puede salir, recibe en su domicilio a quien necesite una mano. “Mi número de teléfono es 265715679330, ahí me escriben y coordinamos. En estos momentos tenemos leche marca Nutrilón Petit Junior HE, que nos enviaron desde la provincia de Córdoba en una donación, que generalmente se vende bajo receta y es muy cara, cuesta cinco mil pesos aproximadamente. La persona que me llame y traiga la indicación médica se la entrego y le pido que firme un cuaderno para que nos quede un registro. Los tarros tienen vencimiento el 29 de diciembre, por eso nos urge que lleguen a quienes les haga falta”, agregó Eva.
También poseen un roperito comunitario y reciben donaciones de prendas para bebé. “Tengo una hija que es personal de salud y trabaja en pediatría. La semana que viene ella llevará todo y, con los protocolos correspondientes, lo entregará habitación por habitación”, afirmó.
La biblioteca y ludoteca se creó con el propósito de pensar en la felicidad de los más pequeños y se convirtió en una ONG que trabaja con el comedor Pirucha, que es donde concurren más de cuarenta menores en busca de su copa de leche. “Quienes quieran colaborar pueden acercarse directamente por esa dirección, pero siempre cumpliendo las medidas de protección sanitaria”, señaló Sosa.
Los miembros de la organización propondrán al Comité de Crisis de la Provincia poder entregar algunos presentes para Navidad. “Todos los años lo hacemos, pero entendemos que en este momento hay que extremar los cuidados y evitar los contactos. Pero pensamos armar algunos regalos y, cumpliendo el distanciamiento, usando guantes y tapabocas, queremos hacerlo. Puede ser una persona más joven que nosotros. Nos gustaría acercarles a los chicos que estén internados algún juguetito. Cuando teníamos la biblioteca y ludoteca veíamos la sonrisa y alegría de los niños al leer un cuento, al armar algún rompecabezas, los ayudaba a distraerse y que sean amenos los días de hospitalización. Tenemos la esperanza de que todo esto pase y poder volver a pediatría”, afirmó.
La biblioteca se formó en el año 2004. Eva era maestra jardinera en el colegio Sagrado Corazón y junto con su compañera leyeron un artículo en un diario nacional en el que médicos habían manifestado la importancia de que haya libros en los hospitales. Así surgió la iniciativa, comenzaron con algunas donaciones de cosas usadas y recicladas, pero con el tiempo lograron tener todo nuevo. La madrina del lugar es propietaria de una juguetería y se encarga de llevar los productos a la ludoteca.
Distinciones. La ONG fue reconocida por el Concejo Deliberante de la ciudad por sus tareas comunitarias. Foto: Luciana Iglesias.
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