Dos puntanas en Italia, testigos del pánico por el coronavirus
Patty Chada reside en Grosseto y Patricia Schmid en Novara. Aseguran que hay cancelación de vuelos, suspensión de clases y desabastecimiento en los supermercados.
Las primeras muertes registradas en Italia a causa del coronavirus y su rápida propagación cambiaron la cotidianidad de los ciudadanos. Esto obligó a que el gobierno de ese país tome medidas restrictivas sobre la libre circulación de los pobladores. Patty Chada y Patricia Schmid le contaron a El Diario de la República cómo es el día a día.
Chada hace casi 27 años que reside en el país europeo, más precisamente en Grosseto (Toscana) a 130 kilómetros de Milán, una de las ciudades más afectadas por el coronavirus. Comentó que Italia es considerada como el tercer país en el mundo que tiene la mayor cantidad de contagios, pero muchos de ellos son asintomáticos. "Desde ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó controlar solo a personas con sintomatología o aquellas que hayan estado cerca de la zona roja, que comprende los once municipios de Lombardía y Véneto", contó.
Ingenio. Patricia Schmid (derecha) fabricó su propio alcohol en gel.
Precisó que los fallecidos fueron adultos mayores con afecciones preexistentes, solo hubo un caso de un joven de 38 años que parecía tener una gripe normal, pero desembocó en el virus. Este había ido a cenar con un amigo que llegó de China.
Chada hizo hincapié en la importancia de no generar una psicosis. "Hay más muertos por una gripe fuerte que por esta enfermedad. Es una situación desconocida, pero no hay que sobrevaluar la gravedad", expresó y agregó que la gente solo toma una parte de la información. "Los consejos para cuidarse tendrían que ser los habituales. Lavarse las manos, utilizar alcohol para esterilizarse y los barbijos son para las personas afectadas, para evitar el contagio al momento de estornudar", manifestó y expresó que también recomendaron evitar lugares concurridos.
Sobre cómo es vivir el día a día, Chada detalló que en un comienzo los ciudadanos "arrasaron" con los barbijos y esterilizantes en gel, como también los supermercados, pero que en estas últimas horas todo está más tranquilo.
Schmid reside en Novara y manifestó que en un principio se pensó que era una gripe común, pero que con el correr de los días, el gobierno italiano tomó cartas en el asunto. "Rápidamente puso en cuarentena a 50 mil personas en la zona roja. Tratamos de vivir tranquilos, pero parece un pueblo fantasma", dijo la puntana, quien agregó que el domingo pasado el intendente de esa ciudad, junto a otros más, decidió cerrar escuelas y gimnasios para prevenir posibles contagios.
"El mundo ve a Italia como los apestados. Todo está controlado. El resto de Europa no hace nada. Ellos aconsejan no visitar nuestro país y cuando los italianos quieren viajar al suyo directamente no los dejan entrar", resaltó Schmid. Aseguró que la gente tiene miedo y que los supermercados fueron vaciados. "Parece como si fuera la guerra. No se conseguían barbijos, ni alcohol en gel. Yo tuve que fabricar el mío, saqué una receta de internet y así lo pude hacer", dijo.
La puntana tiene una tabacalera y detalló que hasta el momento trabaja tranquila. Además, aseguró que los restaurantes chinos sienten la deserción. "Los italianos no participan. Más que todo por precaución", explicó.


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