Un recorrido que realizó El Diario por distintos negocios demostró que la apertura de más rubros, una etapa iniciada a principios de mes, permitió incrementar las opciones, con un mayor flujo de clientes. Mirá los videos.
Debido al aislamiento obligatorio, varios comercios suspendieron sus rutinas y debieron esperar a que la situación cambiara con los resultados positivos que dio la provincia en la lucha contra la pandemia de coronavirus. De a poco, con paciencia y esfuerzo, cumpliendo los protocolos de seguridad y limpieza, se abren las puertas de diversos rubros comerciales. El Diario de la República recorrió varios locales y la respuesta, tanto de empleados como de clientes, fue satisfactoria.
Esta incipiente recuperación de los comercios puntanos es un reflejo del mayor movimiento generado tras la habilitación de más de ochenta rubros minoristas, una nueva etapa que empezó a regir desde el 4 de mayo. Este paso pudo darse debido a los buenos resultados sanitarios que exhibe la provincia, que solo ha registrado diez casos de coronavirus (todos fueron dados de alta) desde el inicio de la pandemia.
Uno de los comercios que continuó con la venta al público es “Todo Resuelto”, dado que sus productos son de necesidad para personas con requerimientos especiales en su dieta. “Entendemos que hacemos un servicio a la comunidad y vendemos artículos que no en todos los comercios se encuentran”, precisó Pablo Vela, propietario del local. “Se ha visto más movimiento dado que habilitaron más rubros. Hay más gente en la calle y estamos contentos por ese tema”, recalcó Vela, mientras en la vereda una fila de clientes respetaba las medidas de seguridad. “Cumplimos cuidándonos dentro del local y cuidando a nuestros clientes”, dijo Pablo.
Otros que siguieron en actividad durante la cuarentena son los kioscos de revistas y de productos varios, como golosinas y bebidas. “Nunca hubo ventas tan bajas, primero fue bastante duro pero a medida que empezó a salir la gente, llegó más mercadería”, recordó Marcos Favier, a cargo del kiosco de revistas de San Martín y Belgrano, uno de los tres abiertos en el centro de la ciudad. Los restantes están por Pringles, uno frente a la Catedral y el otro en la puerta del supermercado Carrefour.
Favier tuvo mayor recaudación con las revistas destinadas a los alumnos y docentes, “porque no tenían escuela, pero podían usarlas en la casa”, expuso Marcos, y dado que “hay más circulación, tenemos mejores ventas”, recalcó. “Nos acostumbraremos a este horario, ahora la gente sale más, está circulando y eso nos ayudó”.
José Ibáñez, del “Kiosco de José”, indicó que “la reapertura estuvo muy bien: reactivó al centro porque estaba muy frenado y eso fue positivo”, porque a pesar de estar ubicado en San Martín y Lavalle, el movimiento no fue continuo. “Ahora reflotó. El centro fue uno de los más afectados porque hubo bastantes controles y la gente se quedaba en su casa, era entendible, pero nos perjudicó”, agregó José, con barbijo puesto durante la entrevista. El local vende alcohol puro, alcohol en gel y lavandina, y también tenía el producto más preciado del momento: cigarrillos.
José aseguró que este producto “es una necesidad grande para alguna gente” y que la escasez los afectó. Compensó la falta con otros elementos: papel, tabaco en bolsa y habanos. “Los fumadores buscaron todas las alternativas”, dijo con una sonrisa. Durante la jornada del miércoles, se anunció que las tabacaleras retomaron su producción y comenzarán a abastecer al mercado.
Las buenas noticias laborales fueron para los peluqueros y centros de estética. Como para Claudio, estilista de Coiffeur Claudio: “Reabrimos de a poco nuestro rubro y vamos recuperando a la clientela”, dijo y señaló que cumple con todos los requisitos. “Respeto el protocolo por turno de a uno por vez. Es una cuestión de concientizarse, no por hacer un mango hacés que corra riesgo otra persona ni nuestras familias. Es mutuo eso, es tomar conciencia”, precisó.
“En la ciudad, el Gobernador está haciendo bien las cosas, la gente responde a conciencia, los veo con barbijo a diario”, contó de la gente que circula frente a la vidriera de la calle San Martín. Claudio agradeció las gestiones realizadas para las nuevas aperturas, “porque nos devolvieron la posibilidad de comer. Estuvimos dos meses sin trabajar y eso es drástico en algunas profesiones”.
En un rubro similar, con productos de estética y artículos para peluquería, los locales DAB volvieron a levantar sus cortinas. “La cuestión estética en la mujer es muy importante”, resaltó Gisele, vendedora de salón con sus compañeras Soledad y Karen, y la encargada Natalia, a quienes no se les pudo ver las sonrisas bajo el barbijo, pero la buena onda general en el local era notoria.
“Estamos contentas de volver a trabajar, es muy importante para todas”, comentó Gisele, y agregó que la mayoría tiene hijos. Ellas están en la sucursal de avenida Perón 1079, y la otra en Chacabuco, entre avenida Illia y Junín. De los productos mencionados, también ofrecen máscaras, protectores faciales y barbijos hidrófugos de varios materiales, lisos y estampados, y protectores para los clientes de la peluquería, con tapas de PVC.
“La vi bien a esta apertura, porque hay mujeres que continuaron trabajando y es necesario el cuidado estético”, añadió Ivana, en la fila sobre la vereda. Ella es peluquera independiente y fue a comprar productos para su local, que maneja en su casa de manera particular con clientes privados.
Ahora Ivana está feliz porque su peluquería funciona nuevamente. “Estoy muy contenta porque ahora empiezo a trabajar”, precisó la emprendedora, quien estuvo en casa con sus hijos pequeños, ya que su marido, empleado de una empresa, continuó yendo a la oficina. “Tengo a chicos chiquitos en casa y no sabés bien quién puede entrar, entonces por eso es muy importante que se cumplan los requisitos de limpieza antes que entren los clientes”, refirió acerca de los cuidados.


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