Entraron a la fuerza a una comisaría para llevarse una moto y lesionaron a tres policías
Integrantes de una familia intentaron recuperar el vehículo, que había sido secuestrado en un operativo de tránsito. Señalaron que además rompieron vidrios y se llevaron un par de esposas y una linterna.
Ariel Parrillis, del Juzgado Penal 2 de San Luis, ordenó este lunes a la mañana el allanamiento de una vivienda de la localidad de Balde, donde vive uno de las personas que el pasado sábado irrumpió junto a familiares en la Comisaría N° 48 de Balde para “recuperar” una moto que había sido secuestrada por la Policía. En ese intento lesionaron a tres efectivos y sustrajeron otros objetos.
En un operativo de rutina en la localidad, la Policía había detenido en la calle a dos personas que transitaban en una moto por no usar cascos y porque el rodado además no tenía luces ni tampoco espejos retrovisores. Eran un hombre de 19 años y una mujer de 25, ambos hermanos. Al no tener la documentación, los efectivos incautaron el rodado.
Esta acción irritó a los hermanos, quienes forcejearon e insultaron a los uniformados para tratar de impedir que se llevaran el vehículo.
Como si fuera una película de acción, el hombre y la mujer no se quedaran de brazos cruzados y decidieron volver a la Comisaría a recuperar la moto, pero esta vez “reforzados” por la madre, un tío, dos hermanas (entre ellas una menor de edad) y otros familiares, quienes a la fuerza intentaron llevarse el rodado.
Por el forcejeo que hubo en la Comisaría terminaron lastimados tres efectivos que en ese momento estaban de guardia. Indicaron que sufrieron rasguños en la espalda y en los brazos.
Además los intrusos provocaron la rotura de vidrios en dos ventanas. Una ubicada en la cocina y la otra en una habitación de la seccional. Antes de huir en distintas direcciones se llevaron otros elementos.
El reporte de la Policía señala que la situación se pudo controlar con la presencia de efectivos de Infantería y Caminera, como así también de la subcomisaría N° 20 de San Jerónimo.
Según señaló Relaciones Policiales, los involucrados serían integrantes de una familia conocida de la localidad que ya tiene antecedentes por hechos similares, y que viven en el barrio Santa Ana.
Ante lo sucedido, el juez Parrillis ordenó que se realizara el allanamiento este lunes en un domicilio de la calle Granaderos Puntanos s/n, donde reside un integrante de los revoltosos.
En ese lugar recuperaron un par de esposas y la linterna de uno de los efectivos policiales, que habían sido robados el día del enfrentamiento. En el mismo procedimiento, los uniformados también secuestraron una pistola calibre 22 con municiones, aves canoras y tramperos.
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