Bar clausurado: el dueño cuestiona la medida, pero el juez de Faltas la ratificó

El dueño del boliche clausurado el sábado a la noche, donde 106 personas fueron detenidas por infringir las normas preventivas de contagio del coronavirus, sostuvo este jueves, junto a sus abogados, que no violó ninguna de las medidas establecidas por los protocolos y sostuvo que el procedimiento fue injustificado. No obstante, el juez de Faltas municipal, Alejandro Ferrari, informó que ha ratificado la clausura y espera informes de los inspectores actuantes para resolver qué medidas adopta en adelante.

El sábado a la noche, por un llamado al 911, la Policía de San Luis llegó a Vesania, un bar ubicado en Chacabuco 671, donde arrestó a 106 personas por infringir el artículo 205 del Código Penal, que reprime las violaciones a “las medidas adoptadas por la autoridad competente para evitar la propagación”, en este caso, del coronavirus. Además, personal de la Municipalidad detectó que había extintores vacíos y que en el local no tenían toda la documentación exigida. También hubo faltas por la distancia entre personas.

Claudio Santos es el propietario del negocio y manifestó que fue autorizado por el Comité de Crisis de la Provincia para abrir a partir de las 19 y hasta la hora cero. Según relató, durante una semana trabajó sin inconvenientes. Pero el sábado 13, más de cien personas quedaron detenidas y él, imposibilitado de generar ingresos. Expresó que al momento en el que la Policía entró al local, todos los visitantes estaban sentados. “Entre mesa y mesa había 2,25 metros de distancia. Pero el cuestionamiento fue por la cantidad de personas que ocupaban una mesa”, destacó sobre una de las sanciones que pesan sobre él, enmarcadas en la normativa de distanciamiento social y obligatorio.

Sus abogados, Andrés Fernández y Guillermo Sánchez Pagano, resaltaron que Santos invirtió en una cabina sanitizante como una muestra de su compromiso con el cumplimiento de los protocolos sanitarios. “Respetamos todas las normativas vigentes. Por eso ayer presentamos un descargo en el Juzgado de Faltas. Ahora esperamos una resolución. Aunque estamos preocupados. Nuestro cliente estuvo casi 90 días con su negocio cerrado”, contó Fernández, quien agregó que hay incongruencias en la cantidad de gente permitida en el local, la estadía de un menor en el bar y la distancia. “El único local que está clausurado en San Luis es el de Santos”, dijo.

Además, denunciaron que las  personas que realizaban los controles estaban sin tapabocas.

La investigación sigue

El juez de Faltas de la ciudad de San Luis, Alejandro Ferrari, explicó que el acta de clausura del bar Vesania ingresó el martes al Juzgado. “Ese mismo día ratifiqué la medida de cierre del local. Antes de resolver, envié oficios a la Policía para constatar algunos puntos que se mencionan en el descargo de ley que realizó el propietario”, informó el magistrado, quien no dio mayores detalles sobre lo que necesita verificar.

“Probablemente, solicite alguna información a los inspectores que actuaron en la clausura para aclarar o ampliar la investigación”, adelantó.

El jefe del Programa Fiscalización Externa del Municipio, Marcelo Caliri Ortiz, contó los motivos que desencadenaron el cierre total del establecimiento: “Todas las noches realizamos controles en bares y restaurantes. Generalmente, si advertimos alguna falla en la aplicación de los protocolos, les hacemos una primera advertencia”.

Una de las causas de la clausura del bar de Chacabuco 671 “fue que la cantidad de personas que había en el lugar era mayor a la de mesas y sillas” disponibles en el local según la estipulación del protocolo.

Además, “de los cuatro matafuegos que estaban exhibidos, tres estaban vacíos”, dijo el funcionario y agregó que también faltaban las libretas sanitarias de algunos empleados.

En cuanto al mobiliario el inspector dijo que el dueño argumentó que las mesas solo eran para apoyar las bebidas y que la gente estaría parada. “El tamaño de las mesas era de 50 por 50 centímetros. Alrededor de una de ellas había, por los menos, diez personas. El protocolo dice que quienes circulan deben mantenerse a 2,25 metros de distancia. Además, establece que las sillas tienen que estar a un metro o más respaldar con respaldar”, explicó Caliri Ortiz.